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La primera plantación de alimentos transgénicos se llevó a cabo en el año 1994, con el fin de valerse de la biotecnología para modificar las composiciones de textura, color, sabor o incluso nutrición, de los alimentos.
A pesar de que este desarrollo tiene 30 años en la industria, los consumidores siguen teniendo un rechazo a los alimentos transgénicos por considerarlos alterados y dañinos para su consumo.
Cultivo de alimentos transgénicos en el mundo
De acuerdo con datos del International Service for the Acquisition of Agri-biotech Applications (ISAAA) en 2020 se reportó que 17 millones de agricultores de 29 países sembraron cultivos transgénicos en 190,4 millones de hectáreas.
- Para 2023, la superficie sembrada con cultivos transgénicos a nivel mundial superó 206 millones de hectáreas.
Entre los países que más destacan por el cultivo de alimentos trangénicos se encuentran Estados Unidos, Canadá, Argentina, Australia, China, Brasil o India.
Un dato interesante que compartió la ISAAA es que en 2023, 14 millones de agricultores cultivaron plantas transgénicas y el 90% de ellos lo hicieron en países de desarrollo.
Beneficios de cultivos trangénicos para la industria
Con frecuencia, los opositores a los transgénicos señalan razones de seguridad alimentaria e impacto ambiental para rechazar los alimentos y cultivos transgénicos. Sin embargo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha informado que existen beneficios en este tipo de cultivos.
El aumento a la eficiencia agrícola es una de las mejoras que mencionan de los alimentos transgénicos, ya que están diseñados para resistir enfermedades, plagas y condiciones climáticas adversas, lo que aumenta los rendimientos y reduce la pérdida de cultivos.
Otra de las principales razones por las que se formularon alimentos transgénicos es para mejorar el diseño, sabor, vida útil y componentes nutricional, factores claves que son prioridad al momento de la compra.
El debate sobre el consumo de alimentos transgénicos
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), enfatiza que los alimentos transgénicos muchas veces modifican su contenido nutricional para mejorar los nutrientes que una población necesita.
Otro ejemplo que se crea con la modificación genética es la reducción de alergenos y la resistencia a enfermedades, al desarrollar alimentos más fortificados, que podrían tener un impacto positivo en la salud pública.
El tema que más resalta del consumo de alimentos transgénicos está en la seguridad alimentaria, factor que ha mostrado el rendimiento y reducción de enfermedades, ya que tienen factores más cuidados comentaron especialistas de la FAO.
- Por ejemplo, se han desarrollado variedades de arroz transgénico con mayor contenido de vitamina A para abordar deficiencias nutricionales en países con inseguridad alimentaria.
Consumo de alimentos transgénicos en el mundo
La FAO comentó que el desarrollo y comercialización de alimentos transgénicos ha ganado popularidad, siendo: el maíz, soja, algodón, papaya, calabaza y salmón; los que más han cultivado.
El caso del salmón transgénico llama la atención en la industria, porque es uno de los mariscos más cotizados, y se decidió cultivar en crecimiento rápido modificándolo genéticamente para cumplir con la demanda.
Es relevante precisar que el consumo de alimentos transgénicos se debe adaptar a la aceptación y regulación de cada país o región.
Alimentos transgénicos en México
Todos los alimentos transgénicos de México son supervisados por el Reglamento de la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados. Adaptándose a las normas de SAGARPA y la SEMARNAT
Desde hace 20 años las instituciones correspondientes permiten el cultivo de alimentos transgénicos en México, principalmente maíz, algodón y soja; sin embargo, campesinos y empresarios han debatido el cultivo de estos, sobre todo con el maíz, para preservar el campo mexicano.
En conclusión, los avances tecnológicos que han sido apoyados por todas las instituciones que verifican la seguridad alimentaria, han mostrado que el consumo de alimentos transgénicos no es perjudicial para su consumo y puede beneficiar el campo.
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