En los últimos años, la industria de alimentos y bebidas ha experimentado un cambio sustancial en la demanda de productos con características más saludables, sabores diferenciados y menor impacto en la salud.
Este fenómeno es particularmente notorio en el segmento de bebidas low-alcohol y no-alcohol, que ha crecido de manera acelerada en mercados tradicionalmente orientados al consumo de alcohol, como Europa y Estados Unidos, pero también está cobrando gran relevancia en México y el resto de Latinoamérica.
La emergencia de movimientos como el “sober curious” y la “moderación consciente” indica que cada vez más consumidores buscan reducir o eliminar el alcohol de su dieta sin renunciar al placer sensorial o al componente social de las bebidas.
Paralelamente, las nuevas regulaciones y etiquetas de advertencia sobre los productos alcohólicos y azucarados en México y otros países de la región han motivado a las empresas a innovar en la creación de bebidas que brinden una experiencia de sabor satisfactoria con cero o baja graduación alcohólica.
Conforme a datos de la consultora IWSR, el mercado global de bebidas no-alcohólicas y low-alcohol creció alrededor del 31% en volumen entre 2018 y 2022 en los principales 10 mercados analizados. Asimismo, se proyecta una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) de entre el 5% y el 8% de 2022 a 2026.
Aunque la mayor parte de estos números se concentran en mercados desarrollados, México, Chile, Brasil y Colombia muestran un potencial de adopción acelerada, impulsado por factores como la búsqueda de un estilo de vida saludable, el crecimiento de la clase media y el fortalecimiento de la conciencia de responsabilidad social corporativa en la industria.
¿Por qué están creciendo las opciones low-alcohol y no alcohol?
En el mercado de bebidas, se ha vuelto cada vez más evidente la necesidad de atender nuevas demandas de los consumidores.
A continuación, se analizan tres grandes áreas que explican por qué estas opciones están en constante crecimiento en la industria de alimentos y bebidas.
Factores socioculturales y cambios de hábitos
- Salud y bienestar: El aumento de los índices de obesidad, diabetes y enfermedades crónicas no transmisibles en la región ha impulsado a los consumidores a buscar alternativas más saludables. La pandemia de COVID-19, además, reforzó la preocupación por mantener un estilo de vida que fortalezca el sistema inmunológico y reduzca el consumo de sustancias potencialmente dañinas.
- Cambio generacional: Las generaciones más jóvenes (millennials y Gen Z) tienden a reducir el consumo de alcohol y tabaco, y se interesan por productos que reflejen su identidad y valores, como la sostenibilidad y la moderación en el consumo.
- Movimientos globales: El auge del “sober curious” invita a las personas a replantearse su relación con el alcohol y a explorar opciones sin alcohol o con bajo contenido alcohólico sin renunciar a la experiencia social.
- Tendencia de la “moderación consciente”: Este fenómeno va de la mano con el anterior, pues engloba a quienes buscan equilibrar un estilo de vida saludable con el placer de disfrutar de una copa, pero con menor graduación alcohólica.
Normativas y etiquetado
- Restricciones publicitarias: En países como México, la publicidad de bebidas alcohólicas está sujeta a horarios y canales restringidos, lo cual encarece las campañas de promoción de productos con alto contenido de alcohol.
- Etiquetado frontal de advertencia: El etiquetado “exceso de calorías” o “exceso de azúcares” en productos con alta densidad calórica ha impulsado a empresas y consumidores a evaluar opciones más ligeras. Aunque el alcohol, como tal, aún no tiene un sello específico, se están generando propuestas en la región para regular y advertir acerca de sus efectos.
- Impuestos especiales: Ciertos países de Latinoamérica aplican impuestos diferenciados para bebidas con volumen alcohólico elevado, lo que estimula la competitividad de productos de baja graduación o sin alcohol.
Además de la salud física, la salud mental ha cobrado relevancia en el debate público. El consumo excesivo de alcohol se asocia con cuadros de depresión y ansiedad.
Por ello, la posibilidad de disfrutar de un coctel o cerveza con bajo o nulo contenido alcohólico se ha vuelto una forma de seguir participando en eventos sociales sin arriesgar el bienestar emocional.
Factores clave que impulsan la demanda
El enfoque en la salud es, sin duda, uno de los grandes impulsores de esta tendencia, para el consumidor, que analiza los hábitos de su mercado objetivo, es esencial entender que la disminución de calorías y la ausencia de efectos secundarios (como resacas o el riesgo de adicción) son atributos de alto valor percibido.
Regulaciones y movimientos sociales
- Sober curious: Este movimiento invita a realizar pausas voluntarias en el consumo de alcohol. “Dry January” (enero seco) o “Sober October” son campañas con gran difusión en redes sociales y medios, que sirven como plataforma de lanzamiento para productos no-alcohólicos.
- Moderación consciente: No necesariamente implica una abstinencia total, sino reducir el consumo y optar por bebidas de menor graduación. Las empresas, al detectar este segmento, desarrollan estrategias de marketing enfocadas en resaltar los beneficios de la moderación.
Lejos de considerarse un producto “aburrido” o “sin gracia”, muchas bebidas no-alcohólicas o low-alcohol se han posicionado como opciones premium que ofrecen sabores delicados, ingredientes naturales y procesos de elaboración complejos.
Esto atrae a un público dispuesto a pagar un precio superior por productos de alta calidad y con una propuesta de valor clara.
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Retos para la industria: equilibrar experiencia, sabor y autenticidad
La eliminación o reducción de alcohol en una bebida no es un proceso sencillo. El etanol aporta cuerpo, aroma, textura e incluso influye en la volatilización de compuestos aromáticos. Por ello, las empresas enfrentan varios desafíos:
- Recreación del ‘mouthfeel’: Al desaparecer el calor o “peso” que brinda el alcohol, es necesario compensar mediante el uso de ingredientes estructurantes (por ejemplo, gomas, maltodextrinas o fibras naturales) que aporten sensación de cuerpo en boca.
- Autenticidad de sabor: Especialmente en bebidas como cervezas, vinos y destilados, el consumidor está acostumbrado a notas sensoriales específicas relacionadas con la fermentación y el envejecimiento. El reto es conservar o reproducir esos matices sin el componente alcohólico.
- Percepción del consumidor: En mercados como el mexicano, donde existen tradiciones arraigadas alrededor de bebidas como tequila o cerveza, las versiones low o no-alcohol pueden percibirse como “inferiores”. La educación al consumidor y el marketing son críticos para cambiar esta percepción.
- Costo de producción: La tecnología de desalcoholización o fermentación controlada puede resultar más cara que los métodos tradicionales, afectando la rentabilidad y el precio final de venta.
- Cumplimiento normativo: En algunos países, no existe una clasificación clara para las bebidas de bajo contenido alcohólico, lo cual genera confusión en materia de etiquetado y, a veces, en la aplicación de impuestos.
Métodos de reducción y eliminación de alcohol en bebidas tradicionales
La industria de bebidas ha adoptado distintas técnicas para disminuir o suprimir por completo el contenido alcohólico, sin sacrificar la experiencia sensorial ni la calidad del producto.
A continuación, se presentan las principales alternativas empleadas en la elaboración de cervezas, vinos y destilados low-alcohol o no-alcohol, junto con sus ventajas y desventajas en términos de costo, eficiencia y conservación de aromas.
Métodos | Ventajas | Desventajas |
---|---|---|
Destilación al vacío: La destilación al vacío se lleva a cabo a presiones inferiores a la atmosférica, lo que reduce el punto de ebullición del alcohol. | Menor pérdida de compuestos aromáticos volátiles, por lo tanto se conserva mejor el carácter de la bebida. | Requiere inversión en equipos especializados y control preciso de temperatura y presión. |
Ósmosis inversa: Esta técnica utiliza membranas semipermeables para separar el alcohol del agua y otros componentes. | Se retiene en mayor medida el perfil de sabor original. | A menudo, el producto resultante necesita ajustes posteriores de sabor y aroma, y el proceso puede ser más lento. |
Desalcoholización térmica: (Stripping): Se aplican columnas de stripping que calientan el líquido para evaporar el alcohol. | Es un método relativamente económico y rápido. | Existe riesgo de degradación de compuestos aromáticos que contribuyen al sabor. Puede necesitar restitución de aromas o extractos posteriormente. |
Fermentación interrumpida: Particularmente utilizada en cervezas y sidras, se controla la fermentación cortando el proceso antes de que la levadura convierta la totalidad de azúcares en etanol. | Permite conservar un sabor naturalmente dulce y fresco. | El contenido alcohólico puede variar si el proceso no está estrictamente estandarizado. |
Desarrollo de perfiles de sabor sofisticados sin alcohol
Lograr sabores completos y equilibrados en la ausencia de alcohol es uno de los grandes focos de innovación.
- Botánicos y hierbas locales: La gastronomía mexicana, por ejemplo, ofrece un amplio espectro de sabores (jamaica, guayaba, tamarindo, hierbas aromáticas) que pueden dar complejidad a bebidas sin alcohol.
- Uso de especias y métodos de añejamiento: Algunos productores replican técnicas empleadas en destilados, como el contacto con maderas (roble, encino) para obtener notas ahumadas y matices similares al envejecimiento tradicional.
- Texturas y carbonatación: La adición de burbujas o la creación de espumas a base de proteínas vegetales o goma arábiga puede “compensar” sensorialmente la falta de alcohol, brindando dinamismo en boca.
- Aromas encapsulados: El uso de nanotecnología o microencapsulación de aceites esenciales permite liberar compuestos aromáticos de manera gradual, incrementando la persistencia del sabor.
Ingredientes innovadores para mejorar la percepción sensorial
Extractos de lúpulo y maltas especiales

En cervezas 0.0% o de muy bajo contenido alcohólico, se recurre a lúpulos aromáticos (Citra, Mosaic, Cascade) que aportan sabores cítricos, florales o resinosos, y a maltas con distintos niveles de tostado para realzar el carácter.
Adaptógenos y nootrópicos
La tendencia de incluir ingredientes funcionales, como ashwagandha, matcha, reishi o ginseng, crea un valor agregado, ya que se asocian con beneficios para la salud mental, la energía o la relajación.

Residuos de frutas y economía circular

Alineado con la tendencia de sostenibilidad, algunas marcas utilizan cáscaras de frutas (por ejemplo, naranja, piña) para extraer aceites esenciales y añadir perfiles de sabor intensos, además de reducir el desperdicio.
Técnicas de envasado y presentación para productos No-alcohólicos
- Envases premium
Las bebidas sin alcohol necesitan diferenciarse visual y táctilmente del resto de ofertas. Utilizar botellas de vidrio con diseños elegantes o latas de aluminio de alta gama contribuye a la percepción de exclusividad.
- Etiquetado transparente
Cada vez más consumidores desean saber qué están bebiendo. Incluir información detallada sobre el proceso de desalcoholización, los ingredientes y los beneficios de salud o funcionales puede marcar la diferencia en la decisión de compra.
- Materiales ecológicos
La responsabilidad ambiental es un factor clave en la decisión de muchos compradores (tanto finales como distribuidores). Usar empaques biodegradables o reciclados, además de enfatizar un consumo responsable, refuerza la imagen de marca.
Influencia de la mixología en las bebidas no-alcohólicas
Los bares y restaurantes de alta categoría en México y Latinoamérica han adoptado cocteles sin alcohol (mocktails) o con grado alcohólico muy bajo. Los bartenders, embajadores de esta tendencia, crean recetas que utilizan jugos naturales, almíbares artesanales, infusiones y bitter sin alcohol.
La mixología sin alcohol es un campo en expansión para la creatividad. Los mixólogos experimentan con mezclas de chiles, hierbas, mieles, cítricos y especias para lograr bebidas que compitan en complejidad con los cocteles tradicionales.
Marcas pioneras en la categoría de bebidas no-alcohólicas y Low-alcohol
La competencia en el sector de bebidas low-alcohol y no-alcohol se ha intensificado en los últimos años, con marcas internacionales y locales apostando fuerte por este segmento.
- Heineken® 0.0
- Origen: Países Bajos, con presencia global, incluida Latinoamérica.
- Características: Cerveza con 0.0% alcohol, busca mantener el sabor característico de la marca original.
- Éxito en México: Se comercializa en supermercados y establecimientos de todo el país, con campañas enfocadas en el bienestar y la vida activa.
- Corona Cero
- Origen: México.
- Posicionamiento: Apuesta por mantener el sabor refrescante de la cerveza Corona tradicional, orientándose a consumidores que desean un estilo de vida equilibrado.
- Marketing: Se ha aprovechado el arraigo cultural de la cerveza para promover la versión cero alcohol como una alternativa “responsable” e igual de “disfrutable”.
- Seedlip
- Origen: Reino Unido.
- Propuesta: Spirítu sin alcohol, destilado a partir de mezclas de hierbas, especias y frutas.
- Presencia: Ha llegado a bares de alta gama en grandes ciudades de Latinoamérica, y se perfila como marca líder en mixología creativa sin alcohol.
- Freixenet 0.0
- Origen: España, con amplia distribución en México y otros países de la región.
- Atributos: Ofrece vinos espumosos desalcoholizados que mantienen notas frutales y burbujeo.
- Uso en eventos: Cada vez más popular para celebraciones que buscan opciones libres de alcohol.
- Marcas artesanales y locales
- Cervecerías regionales: Varias microcervecerías en México, Colombia y Brasil están experimentando con cervezas low-alcohol que retengan el carácter distintivo de sus maltas y lúpulos de origen.
- Productos emergentes: Bebidas que simulan destilados locales, como mezcales o tequilas sin alcohol, suelen utilizar técnicas de infusión y ahumado para aportar complejidad en aroma y sabor.
La innovación en bebidas low-alcohol y no-alcohol es, sin lugar a dudas, una de las tendencias con mayor proyección en el sector de alimentos y bebidas.
Para México y América Latina, esta categoría representa una oportunidad de diferenciación y crecimiento, siempre y cuando las empresas logren equilibrar la experiencia sensorial y la calidad del producto, con la coherencia en sus estrategias de marketing y su cumplimiento normativo.
Destilación de bebidas alcohólicas, un proceso vigente ↗
La demanda de destilados premium representa una oportunidad clave para la industria local