La tecnología 3D es una herramienta básica que ayuda a reducir el consumo de energía, el consumo de agua, las emisiones de carbono y a la creación productos bajos en materiales plásticos. Gracias a la implementación de universos virtuales se pueden obtener productos, materiales y procesos radicalmente nuevos, necesarios para crear un entorno más sostenible para diversos sectores.

Según la ONU Medio Ambiente, cada minuto se compran un millón de botellas de plástico y, al año se usan 500 mil millones de bolsas. Además, menos del 20% de los residuos de plástico de un solo uso se reciclan. Y los envases desechados acaban en las ciudades y océanos, creando una importante crisis medioambiental.

Ante la gravedad de la situación, la Comisión Europea advirtió que la UE debe tomar medidas urgentes contra la contaminación para atajar este problema. Por ello, los fabricantes de este tipo de productos tienen un gran reto por delante.

Las empresas cada vez más invierten en tecnología

La inversión en tecnología 3D debe ser vista y concebida como una estrategia clave a largo plazo. Esto para que las compañías obtengan beneficios tanto a nivel de negocio, como con sus inversores y la sociedad en general.

Asimismo, los consumidores deben reducir, reutilizar y reciclar sus plásticos. Y las empresas deben repensar reducir y reinventar el diseño de sus envases ecológicos.

Para desarrollar materiales innovadores respetuosos con el consumidor, sostenibles con el medio ambiente y rentables para la empresa se pueden incorporar herramientas de tecnología en diseño y simulación 3D. Las cuales están basadas en la nube que permiten diseñar envases resistentes, ligeros y sostenibles que contribuyen a reducir la huella de carbono.

La incorporación de estas tecnologías en los procesos de diseño de nuevos productos permite:

Experimentar con nuevos polímeros
Simular el rendimiento de los envases biodegradables
Reducir los costos de transporte
Eliminar la necesidad de crear prototipos físicos
Ampliar la fabricación rápidamente

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