El etiquetado frontal se implementó con la intención de reducir los niveles de obesidad y enfermedades crónicas no transmisibles asociadas con el consumo excesivo de sodio, azúcar y grasas saturadas.
En América Latina, países como México, Chile, Argentina y Colombia han adoptado sistemas de etiquetado basados en advertencias que informan al consumidor sobre los riesgos de ciertos productos.
México implementó la NOM-051 en 2020, estableciendo sellos octagonales de advertencia en productos con exceso de calorías, azúcares, sodio y grasas saturadas.
Para 2025, se prevé una serie de modificaciones que buscan reforzar la efectividad del etiquetado y alinearlo con estándares internacionales, como los establecidos por la OMS y la OPS.
Cambios clave en el etiquetado frontal en 2025
- Nueva categorización de productos: Las reformas en el etiquetado frontal incluyen una categorización más estricta de los productos procesados y ultraprocesados. Se espera que las etiquetas diferencien con mayor precisión los productos naturales, mínimamente procesados y aquellos con aditivos industriales.
- Regulación de declaraciones nutricionales: Uno de los cambios más importantes será la prohibición de declaraciones nutricionales engañosas en productos con sellos de advertencia. Frases como "fuente de fibra" o "con vitaminas y minerales" no podrán usarse si el producto contiene un exceso de azúcares, sodio o grasas saturadas.
- Nuevas restricciones a la publicidad y promociónLa nueva normativa limitará aún más el uso de personajes, influencers y estrategias de marketing dirigidas a niños en productos que lleven sellos de advertencia. Esto impactará especialmente a las marcas que dependen de la publicidad infantil para sus productos.
- Inclusión de advertencias sobre edulcorantes y cafeína: Se reforzará la exigencia de etiquetar productos con edulcorantes artificiales y cafeína, alertando a los consumidores sobre su consumo en niños y poblaciones sensibles.
- Uso de códigos QR y tecnología digital: Como parte de la transformación digital en la industria alimentaria, el etiquetado frontal incorporará códigos QR que dirigirán a los consumidores a información más detallada sobre la composición del producto, su impacto nutricional y ambiental.
Implicaciones para los fabricantes
Las reformas de 2025 suponen desafíos y oportunidades para las empresas del sector alimentario. Algunas de las principales implicaciones incluyen:
Reformulación de productos
Los fabricantes deberán reformular sus productos para reducir los niveles de azúcar, sodio y grasas saturadas con el fin de evitar los sellos de advertencia y mejorar la percepción de sus productos en el mercado.
Ajustes en el diseño y etiquetado de empaques
Las marcas tendrán que rediseñar sus empaques para cumplir con las nuevas normativas sin afectar la identidad visual de sus productos. La incorporación de advertencias más grandes y la eliminación de elementos gráficos dirigidos a niños obligará a muchas empresas a replantear sus estrategias de branding.
Mayor inversión en marketing saludable
Dado que las restricciones publicitarias afectarán la promoción de productos con sellos de advertencia, las empresas deberán centrarse en estrategias de marketing basadas en ingredientes saludables y beneficios funcionales.
Impacto en la exportación e importación
Las empresas que exportan a mercados con regulaciones de etiquetado frontal deberán alinearse con los estándares internacionales, lo que podría requerir múltiples versiones de empaques y etiquetados según el país de destino.
Perspectivas y recomendaciones para la industria
Para adaptarse con éxito a las reformas en el etiquetado frontal de 2025, las empresas del sector alimentario deben considerar las siguientes estrategias:
- Anticipar cambios regulatorios: Mantenerse actualizados con las nuevas disposiciones para evitar sanciones y asegurar el cumplimiento normativo.
- Desarrollar alternativas más saludables: Invertir en I+D para reformular productos con ingredientes naturales y menos aditivos.
- Educar a los consumidores: Crear campañas de comunicación que expliquen los cambios en el etiquetado y promuevan el valor de opciones más saludables.
- Aprovechar la tecnología: Implementar códigos QR y herramientas digitales para proporcionar información detallada sobre los productos.
Las reformas en el etiquetado frontal en 2025 representan un cambio significativo en la industria alimentaria en México y América Latina.
Estas medidas buscan mejorar la transparencia en la información nutricional y fomentar hábitos de consumo más saludables.
Para los fabricantes, estos cambios suponen retos en términos de reformulación, cumplimiento normativo y estrategias de marketing. Sin embargo, también presentan una oportunidad para innovar y responder a las nuevas expectativas de los consumidores.
Adaptarse a estas reformas con estrategias proactivas permitirá a las empresas mantener su competitividad en un mercado en constante evolución.
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