Un proyecto español que investiga soluciones de economía circular en el sector lácteo convirtió el suero de leche en recubrimientos antimicrobianos para envases que aumentan significativamente la vida útil del queso.
El suero de leche es un residuo abundante para los fabricantes de queso, con 180 millones de litros generados cada año a partir de los 18 millones de toneladas métricas de queso producidas a nivel mundial, de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, (FAO).
La nueva solución de economía circular evitará el desperdicio de alimentos al extender la vida útil del queso entre un 25% y un 50% y proporcionará un nuevo alimento para el ganado a partir del suero restante que se puede utilizar como un ingrediente prebiótico capaz de mejorar la salud intestinal animal, así como el bienestar general.
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El reciclaje como foco principal en la vida útil del queso
De acuerdo con los jugadores del sector, la nueva investigación permitirá sobre todo a las pequeñas fábricas de queso artesanal (una parte significativa de la industria) utilizar el subproducto de suero de leche y poder fortalecer su cadena productiva.
Y es que antes del proyecto, solo las grandes empresas tenían la capacidad de costear el equipo para utilizar el suero de leche, el cual terminaba siendo un residuo peligroso para la salud expuesto al medio ambiente.
Primero separaremos las bacterias con potencial de biopreservación, luego caracterizaremos los compuestos en la matriz y esto se convertirá en el suero de leche. Por lo tanto, se ha planificado la aplicación en película plástica para obtener prototipos de envases activos para queso”, explicó Giuseppe Meca, profesor del departamento de Medicina Preventiva de la Universidad de Valencia.
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