Con la búsqueda de los consumidores por productos más frescos y con una vida útil de anaquel más larga, las empresas especializadas en conservantes alimentarios han tenido que echar mano de ingredientes naturales para estar en sintonía con las cambiantes necesidades de los clientes.
El uso de aditivos alimentarios de origen natural es fundamental en la industria, ya que a partir de ello depende el proveer de alimentos seguros, nutricionalmente adecuados y que cubran las expectativas de sabor, aroma y apariencia, sin afectar negativamente las características sensoriales de los alimentos.
Actualmente, debido a la demanda por parte del consumidor, aumenta el interés por los conservantes de origen natural con el fin de prolongar la vida útil y proporcionar seguridad para los compradores. Esta tendencia parece permear en el sector, que se busca reducir el uso de agentes químicos.
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Tecnología antimicrobiana para alargar la vida útil de los alimentos
Prinova Europe, un distribuidor de ingredientes funcionales, lanzó al mercado un nuevo conservante antimicrobiano a base de plantas que inhibe el crecimiento de levaduras, mohos y bacterias, y que permitirá a los fabricantes utilizar soluciones naturales de etiqueta limpia para minimizar el desperdicio de alimentos.
PlantGuard es una mezcla patentada de extractos naturales de plantas que se han utilizado en suplementos nutricionales durante muchos años debido a sus propiedades antioxidantes. Es eficaz para prolongar la frescura y la vida útil de los alimentos, retrasar la aparición de la rancidez y dificultar el crecimiento microbiano, así como conservar el sabor y el color.
Los conservantes alimentarios estables al calor y de sabor neutro funcionan bien frente a las alternativas sintéticas en una variedad de alimentos y bebidas. Por lo que PlantGuard AM, puede funcionar en aplicaciones que incluyen:
- Lácteos
- Pescado
- Carne
- Frutas
- Verduras
- Cereales
- Jugos
Envases antibacterianos alargan la vida útil de los alimentos
Los envases activos tienen como objetivo mejorar la seguridad alimentaria, preservar la calidad del alimento envasado y extender su vida útil y, dependiendo de los mecanismos de deterioro, se puede recurrir a diferentes estrategias de empacado.
Este concepto se basa en la incorporación de sustancias activas antimicrobianas al propio envase en forma de recubrimiento funcional, así se consigue una liberación controlada de los compuestos activos desde la pared del envase a la superficie del alimento.
El proceso podría dar la ventaja de que los conservantes están restringidos a la superficie del alimento, en comparación con el método tradicional de adición directa al alimento. Dependiendo de la finalidad del envasado activo, si el objetivo es contribuir a aumentar la vida útil o prevenir el desarrollo de microorganismos patógenos que puedan comprometer la seguridad alimentaria, se utilizan unos métodos u otros.
La lucha contra el desperdicio alimentario
Con el aumento de la tecnología en los envases se ha podido alargar la vida útil de los alimentos. Esto ha provocado una reducción en el desperdicio alimentario y el hambre en el mundo, que actualmente afecta a más de 440 millones de personas, con 250 millones al borde de la inanición.
Para hacer su vida más extensa se han implementado diferentes tecnologías, entre ellas se encuentra el agregar o aumentar la barrera del empaque. Esto se puede hacer de diversas formas para embalajes de papel, cartón, cartón ondulado, acero, vidrio y plásticos flexibles o rígidos.
Estas barreras se pueden incluir por aplicación directa en el interior o exterior del embalaje de cualquier material. Se pueden incluir aditivos y masterbatches (pigmentos de empaque) en la masa que se está preparando cuando se trata de empaques de plástico o celulosa.
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La tecnología de fermentación en los conservantes alimentarios
El mercado de los conservantes naturales está impulsado por la exploración por parte de los consumidores de alimentos, bebidas y productos de cuidado personal de etiqueta limpia. Los cuales no contienen ingredientes artificiales y que, al mismo tiempo, tienen una vida útil prolongada.
Por ello, Conagen presentó un conservante natural elaborado por fermentación, el ácido p-cumarico (PCA). El lanzamiento amplía el alcance de los conservantes naturales que ofrece su socio de comercialización Blue California. Según la compañía, la tendencia de etiqueta limpia está prosperando en todas las categorías de productos de consumo.
En los conservantes naturales, la actividad antimicrobiana de los componentes que se encuentran en los extractos naturales de fuentes vegetales tiene beneficios para reemplazar los conservantes artificiales en alimentos y bebidas”, señala Casey Lippmeier, vicepresidente de innovación de Conagen.
Los fabricantes de alimentos y bebidas se están alejando de los ingredientes artificiales en sus métodos de procesamiento y envasado. Por lo tanto, las nuevas fuentes como el PCA natural derivado de la fermentación desarrollado por la compañía, son ideales para que las marcas cambien a ingredientes naturales.
Tipos de conservantes alimentarios
Según la empresa DVA, este tipo de aditivos alimenticios se pueden clasificar en dos grupos:
- Externos: Se aplican como tratamiento en el proceso de empaquetado.
- Directos: Se incorporan a la masa de los productos.
Asimismo, existen dos maneras de preservar alimentos:
- Física: Se refiere a un modo “natural” de preservar alimentos, el más común es la refrigeración.
- Química: Remite a la adición de ingredientes a un alimento con el fin de prevenir daños o cambios no deseados. Dentro de los tipos de aditivos que existen, se le considera un aditivo directo.
Entre la clasificación química, la FDA distingue entre conservantes naturales u orgánicos y los artificiales o inorgánicos, que son aquellos que habitualmente se relacionan cuando se habla de conservantes alimentarios. Aunque muchos conservantes naturales son fabricados sintéticamente.
Orgánicos: Son principalmente ácidos orgánicos saturados (acético, propiónico, láctico) y ácidos orgánicos insaturados. Éstos últimos son de especial importancia por tratarse de sustancias con alta actividad conservadora y se utilizan para prevenir la aparición de hongos y bacterias.
Dentro de los ácidos orgánicos insaturados, se encuentran:
- Ácido sórbico y sus sales: Se puede obtener de manera natural como sintética.
- Sorbato de potasio: Se usa en la conservación de alimentos como el vino.
- Ácido benzoico: Ideal para aplicaciones en alimentos que tienen un pH ácido y alimentos líquidos como refrescos, gaseosas y otras bebidas.
- Diacetato de sodio: Presente en la mayoría de las frutas.
Inorgánicos: Se producen de manera sintética, suelen ser más económicos que los orgánicos. Entre los principales se encuentran los nitratos y nitritos, ampliamente utilizados en productos cárnicos.
Otros son los sulfitos y sus derivados, que dan lugar al ácido sulfuroso (sustancia que ejerce la acción conservante), utilizados en productos vegetales, especialmente frutas y sus preparados.
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