La demanda creciente de envases alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU para 2030, impulsa a las marcas a priorizar la sostenibilidad y colaborar en la creación de tecnologías para envases biodegradables. El diseño de envases innovadores, además de promover la economía circular, se enfoca en mejorar la experiencia del consumidor y garantizar la comodidad, eficiencia y sustentabilidad de los envases en la industria alimentaria.
A pesar de los cambios que se han generado recientemente, la mayoría de los envases que se producen están diseñados para usarse una sola vez y desecharse. Esto representa enormes cantidades de residuos liberados en el ambiente cada año. La necesidad de un cambio es inminente. Ante el interés que despiertan los envases sustentables, marcas y desarrolladores deben equilibrar aspectos como circularidad, costos de producción, seguridad, disponibilidad de material e impacto ambiental desde el diseño.
El desperdicio de alimentos es uno de los principales retos que enfrenta el sistema alimentario global. Según cifras de la FAO, alrededor del 14% de los alimentos que se producen en el mundo se pierden entre la cosecha y la venta minorista. De esta cifra, un porcentaje se desperdicia en los niveles de consumo primario. Además de agravar la inseguridad alimentaria, el desperdicio contribuye a la contaminación ambiental y al desaprovechamiento de recursos asociados a la producción de comestibles.