ImpacFat presentó su nueva alternativa de grasa de pescado elaborado mediante un proceso consiste en extraer células madre del tejido adiposo de las especies de peces comestibles.
Y posteriormente expandirlas en un biorreactor antes de convertirlas en células adiposas maduras, que luego se incorporan a los productos alimenticios.
A través de un comunicado, la compañía estima que esta alternativa de aceite de pescado proporcione el sabor y la textura que faltan en varios productos cárnicos alternativos.
Nuestra grasa de pescado cultivada tiene mayor similitud a los componentes grasos de la carne animal/de pescado, y puede complementarse con sabor, sensación en la boca y aroma naturales”, expresa Shigeki Sugii, fundador de ImpacFat.
El directivo señala que este método es escalable y están desarrollando la escala piloto en la que las células se expanden y se convierten en células grasas maduras utilizando microportadores en suspensión.
Una vez que se establezca esta escala piloto, será duradera en los próximos años para escalar aún más a un nivel industrial”, enfatiza.
Te puede interesar: El mercado de la carne cultivada sigue creciendo en España
Así funciona el proceso de acuicultura celular
La industria enfrenta la dificultad para imitar la grasa y los fabricantes de proteínas alternativas ignoraban los ingredientes grasos o los aceites/lípidos muy procesados para complementar e imitar la grasa de la carne alternativa.
A decir de la empresa, esto plantea un desafío. Ante la necesidad de procesar física o químicamente aceite/lípidos, están sujetos a propiedades alteradas. Algunos ejemplos son:
- Oxidación (que produce ranciedad y falta de salud)
- Lixiviación durante el calentamiento (debido a la baja temperatura de fusión)
- Soporte estructural limitado de la carne alternativa
Po ello, consideran que la grasa de pescado cultivada tiene el potencial de resolver todos estos desafíos. Y este potencial se puede aprovechar el proceso de acuicultura celular.
Shigeki Sugii explica que las células madre se aíslan del tejido graso de las especies de peces comestibles, luego se establecen y almacenan las líneas celulares que tienen las mejores características.
Luego, las células se expanden en cultivo dentro de un biorreactor hasta un gran número de células. Estas células se convierten en células grasas maduras (adipocitos). Finalmente, las células grasas maduras se incorporan a los productos alimenticios para el consumo.
Puedes leer: Investigan la forma de desarrollar carne cultivada de manera industrial
Grasa de pescado a base de células
Las células grasas juegan un papel clave en los productos de origen animal, brindando sensación en la boca y textura.
En el caso de la grasa de pescado, también existen aceites beneficiosos, incluidos los de la categoría omega. En ese sentido, la compañía detectó una falta de enfoque en la producción de grasa.
Lo cual considera que es una de las brechas más grandes para abordar las preocupaciones de los consumidores sobre las proteínas alternativas.
De acuerdo con la compañía, la grasa a base de células es rica en ácidos grasos omega-3, lo que significa que son más resistentes a la oxidación y otros cambios químicos o físicos que los aceites de pescado convencionales.
Otro beneficio del producto es su sostenibilidad, pues es libre de los impactos que la sobrepesca está teniendo en los océanos y las poblaciones de peces del mundo.
El directivo concluye que al igual que otros productos cultivados, este aceite de pescado requiere menos recursos y produce menos emisiones que los productos animales convencionales.
También te puede interesar: La química de los alimentos y sus aportes durante 2022