Estrategia Nacional de Alimentación y los grandes retos para la seguridad alimentaria

La Estrategia Nacional de Alimentación es un plan integral y ambicioso diseñado para enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades del sector agroalimentario y pesquero en España.

En un contexto global marcado por la transformación tecnológica, el cambio climático y la incertidumbre geopolítica, es fundamental garantizar un suministro de alimentos seguro, sostenible y accesible para toda la población.

El propósito de la ENA es construir un sistema alimentario sostenible en España y en Europa para conseguir la autonomía estratégica abierta.

La estrategia marcará el futuro de un sector competitivo que consolidará a España como un referente mundial en excelencia alimentaria, capaz de satisfacer las necesidades presentes y futuras de la población, mientras revitaliza el medio rural y las zonas costeras dependientes de la pesca y la acuicultura.

El enfoque estratégico es maximizar las capacidades existentes, optimizar instrumentos y programas, y alinear las políticas públicas para facilitar la transición hacia un modelo alimentario innovador, sostenible y rentable.

Una oportunidad para impulsar hábitos saludables

El Comité de Nutrición y Lactancia Materna (CNLM) de la Asociación Española de Pediatría (AEP) valora la Estrategia Nacional de Alimentación (ENA) como una “oportunidad única” para fomentar un cambio positivo en los hábitos alimentarios de la población española, especialmente desde las primeras etapas de la vida.

“La lucha contra la obesidad infantil y sus comorbilidades es una tarea que nos compete a todos. Necesitamos una estrategia de país que fomente la educación, la prevención y la sostenibilidad, preservando nuestra identidad gastronómica y promoviendo un estilo de vida saludable para las generaciones presentes y futuras”, declara Rosaura Leis, catedrática de Pediatría y coordinadora del CNLM.

El CNLM confía en que la Estrategia impulse el consumo de alimentos frescos y locales, fomentando patrones alimentarios sostenibles y saludables que reduzcan el consumo de productos procesados y bebidas azucaradas, mientras refuerzan la educación nutricional desde edades tempranas.

Seguridad alimentaria en América Latina y el Caribe: desafíos ante la crisis climática

6 desafíos de la Estrategia Nacional de Alimentación

La Estrategia Nacional de Alimentación se presenta como una herramienta fundamental para el diseño de políticas públicas en el ámbito alimentario, definiendo directrices integrales, coherentes y transversales para abordar los retos vinculados a la alimentación, el abastecimiento, la sostenibilidad y la producción de alimentos.

En este marco, se identificaron seis desafíos principales que han sido ampliamente aceptados por los actores consultados durante el proceso participativo. Estos son:

1. Abastecimiento estratégico

Es un tema fundamental para el desarrollo sostenible, la estabilidad social y el bienestar general de la población.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el concepto de seguridad alimentaria se alcanzó como prioridad desde la Cumbre Mundial de la Alimentación de 1996, definiéndolo como la condición en la que todas las personas tienen acceso físico y económico a alimentos suficientes, seguros y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y preferencias, garantizando una vida activa y saludable.

Basada en el principio de Autonomía Estratégica Abierta, la estrategia prioriza la capacidad de España para actuar de manera autónoma en áreas críticas como el abastecimiento alimentario, sin comprometer sus relaciones comerciales internacionales.

Este enfoque busca un equilibrio entre la autosuficiencia y la internacionalización, asegurando una posición sólida y responsable de España en el contexto mundial.

En este marco, el abastecimiento estratégico de alimentos se aborda mediante cuatro grandes dimensiones.

Oportunidades

• Diversificación de proveedores: Buscar proveedores en diferentes regiones o países reduce los riesgos asociados a la dependencia de un solo origen.
• Fomento de la producción local: Apoyar la producción local y regional, fortaleciendo la economía interna y reduciendo la huella de carbono.
• Creación de reservas estratégicas: Establecer reservas de productos básicos (por ejemplo, alimentos y medicamentos) que permitan resistir crisis puntuales.

Acciones recomendadas

• Diseño de políticas públicas que incentiven la autosuficiencia y la reducción de vulnerabilidades en la cadena de suministro.
• Inversión en infraestructura logística, como puertos, carreteras y almacenes de alta capacidad, para mejorar la eficiencia y la rapidez en el abastecimiento.
• Acuerdos internacionales de cooperación, que faciliten la importación y exportación de insumos estratégicos.

2. Sistemas alimentarios sostenibles

La sostenibilidad en el sistema alimentario es un tema de creciente importancia debido a la necesidad de equilibrar la producción de alimentos con la conservación del medio ambiente, la salud humana y el bienestar social.

Hoy en día, producir alimentos de manera responsable es una necesidad. Pero ¿qué significa realmente la sostenibilidad en este sector? En esencia, se trata de producir alimentos de manera que no se agoten los recursos naturales, reducir los impactos negativos en el medio ambiente y garantizar el acceso a alimentos nutritivos y suficientes para las generaciones presentes y futuras.

Además, implica promover la sostenibilidad social, fortaleciendo las economías locales las comunidades rurales vinculadas al sector agroalimentario.

Ante los retos globales como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la necesidad de garantizar el abastecimiento de alimentos para una población creciente, los sistemas productivos y de consumo deben transformarse para ser más eficientes, resilientes y respetuosos con el medio ambiente.

Oportunidades

• Economía circular: Proponer modelos donde los residuos se conviertan en recursos para otros procesos productivos.
• Energías renovables: Impulsar la utilización de fuentes limpias como la solar, eólica o biomasa, reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles.
• Valorización de productos sostenibles: Creciente demanda en el mercado de bienes y servicios con certificaciones ambientales o sociales.

Acciones recomendadas

• Legislación ambiental sólida que promueva buenas prácticas, como la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y la protección de la biodiversidad.
• Fomento de la educación ambiental, tanto en escuelas como en campañas dirigidas a la población general, para generar conciencia sobre el consumo responsable.
• Inversión en innovación y tecnología verde que permita desarrollar productos y procesos más respetuosos con el entorno.

3. Áreas rurales y costeras altamente dependientes de la pesca

Las zonas rurales y costeras altamente dependientes de la pesca de España son fundamentales para el desarrollo equilibrado del país, pero enfrentan desafíos significativos que amenazan su sostenibilidad.

Problemas como la despoblación, el envejecimiento de la población y la necesidad de modernización en sectores clave como la agricultura, la ganadería y la pesca requieren atención especial.

Además, en algunos casos, la insuficiencia de infraestructuras y servicios básicos, como el transporte público, la conexión a internet y los servicios sanitarios, las hace vulnerables, dificultando la atracción de nuevos habitantes y limitando las oportunidades para quienes deciden quedarse.

Se debe hacer del medio rural un entorno atractivo para las nuevas generaciones, incentivando su participación y compromiso con actividades esenciales como la seguridad alimentaria y la generación de empleo, tanto directo como indirecto.

Oportunidades

• Desarrollo de la agroindustria: Mejorar y modernizar la producción agrícola y ganadera puede generar empleos y valor agregado en la zona.
• Turismo rural: Promover experiencias de turismo ecológico, gastronómico y cultural para diversificar los ingresos de los habitantes.
• Conservación de tradiciones y saberes locales: Valorizar la cultura rural y los métodos tradicionales de producción sostenible.

Acciones recomendadas

• Mejora de infraestructuras (transporte, telecomunicaciones, suministro eléctrico, acceso a Internet) para atraer inversiones y mejorar la calidad de vida.
• Programas de capacitación y emprendimiento específicos para la población rural, fomentando la participación de jóvenes y mujeres.
• Promoción de la asociatividad en cooperativas y organizaciones locales que permitan ganar escala y competitividad.

4. Alimentación saludable

Promover una vida saludable requiere una visión integral que vaya más allá de la alimentación. El bienestar físico y emocional, la actividad física y la sostenibilidad ambiental son fundamentales para fortalecer la salud individual y colectiva.

Esto es especialmente relevante en la población infantil, donde los hábitos alimentarios adquiridos impactan en la vida adulta y en futuras generaciones, influyendo en la sociedad en su conjunto.

La dieta mediterránea, reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, es un modelo de alimentación equilibrada, sostenible y saludable. Su combinación de alimentos frescos, locales y de temporada, junto con sus beneficios científicamente avalados, la posicionan como un pilar para fomentar un estilo de vida saludable.

Este modelo puede complementarse con la Dieta Atlántica, que comparte características similares y refuerza el consumo de productos pesqueros de alta calidad nutricional.

Oportunidades

• Demanda de productos frescos y orgánicos: Cada vez más personas optan por alimentos locales, de temporada y con certificaciones que garanticen su origen y calidad.
• Educación nutricional: Al fomentar el conocimiento sobre la composición de los alimentos y sus beneficios, se impulsan dietas más equilibradas.
• Innovación en la industria alimentaria: Desarrollo de productos funcionales (enriquecidos con vitaminas, minerales, probióticos, etc.) y soluciones más saludables para el consumidor.

Acciones recomendadas

• Políticas públicas de promoción de la salud, como guías alimentarias actualizadas, etiquetado claro y restricciones a alimentos ultraprocesados.
• Programas escolares de alimentación que ofrezcan menús equilibrados y actividades de sensibilización sobre la importancia de una dieta saludable.
• Apoyo a pequeños productores locales, facilitando el acceso de sus productos a los mercados y a los consumidores finales.

5. Innovación y tecnología en alimentación

Los alimentos españoles destacan por tres características fundamentales: calidad, seguridad e innovación.

La transformación tecnológica y digital en el sector agroalimentario y pesquero está diseñada para:

• enfrentar los desafíos actuales tales como mejorar la productividad y competitividad de los distintos eslabones de la cadena alimentaria
• proporcionar alimentos nutritivos asequibles y sostenibles a una población en crecimiento
• proteger el medio ambiente y adaptarse a las nuevas demandas de las personas consumidoras

Asimismo, resulta fundamental contemplar el fomento de la investigación y el desarrollo en el sector agrícola y su protección mediante derechos de propiedad industrial, en particular mediante patentes.

Esto incluye, entre otras posibilidades, la creación de nuevas plantas para cultivos o animales, técnicas de obtención de nuevas plantas, técnicas para mantener la seguridad alimentaria, técnicas de cultivo más eficientes y prácticas sostenibles que puedan aumentar la producción y la resiliencia ante el cambio climático.

Oportunidades

• Digitalización de procesos: Automatización, uso de datos masivos (big data) e inteligencia artificial para mejorar la toma de decisiones.
• Economía del conocimiento: Desarrollo de industrias basadas en la investigación y la creación de patentes, software, tecnología de la información, etc.
• Infraestructuras inteligentes: Ciudades y redes de transporte que se beneficien de tecnologías de la información para optimizar recursos.

Acciones recomendadas

• Financiamiento y facilidades para la I+D, impulsado tanto por el sector público como por el privado, para fomentar la creación de nuevas tecnologías.
• Formación especializada en áreas como robótica, inteligencia artificial, programación y análisis de datos, adaptada a todas las edades.
• Fomento de ecosistemas de emprendimiento, con incubadoras, aceleradoras y espacios de coworking, para apoyar a las pymes y a los emprendedores.

6. Información alimentaria al consumidor

En la actualidad, los sistemas alimentarios deben ser sostenibles, integrales y competitivos, al tiempo que satisfacen las necesidades de las personas consumidoras.

Este último eslabón de la cadena alimentaria es crucial, ya que sus decisiones determinan qué productos tienen éxito y cómo evoluciona el mercado.

Para que los consumidores puedan tomar decisiones responsables, es esencial proporcionar información alimentaria clara y accesible. Este desafío se aborda mediante cuatro medidas principales:

• Mejorar el etiquetado
• Garantizar la transparencia
• Promover la educación
• Asegurar la veracidad de la información

Oportunidades

• Conciencia ambiental y social: Los consumidores cada vez se interesan más por la procedencia de los productos, su impacto ecológico y las condiciones laborales de quienes los producen.
• Promoción de cadenas de valor justas: A través de la compra de productos de comercio justo o sostenibles, se puede incentivar la responsabilidad social empresarial.
• Participación activa y retroalimentación: Con la digitalización, los consumidores pueden comunicarse con las marcas y exigir mejoras en calidad, transparencia y servicio.

Acciones recomendadas

• Educación al consumidor para que sepa interpretar etiquetas, distinguir productos saludables y evaluar el impacto de sus compras.
• Fomentar la cultura de la responsabilidad: Campañas que promuevan la reducción del desperdicio, el reciclaje y el consumo moderado.
• Refuerzo de la legislación en defensa del consumidor, que proteja sus derechos y garantice el acceso a información clara y veraz.

Finalmente, al abordar estos desafíos de forma colaborativa, se potenciará el desarrollo económico y social de manera equilibrada, garantizando el bienestar de la población y la preservación del entorno para futuras generaciones.

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