La salud siempre ha estado ligada con la calidad de la alimentación, y con los cambios que se han presentado por las nuevas necesidades derivadas del Covid-19, la búsqueda de alimentos saludables se ha convertido en un elemento clave en estos últimos meses.
La industria alimentaria ha invertido, y sigue invirtiendo, en el desarrollo de alimentos saludables que satisfagan la demanda de los consumidores y es que al variar alguno de los ingredientes cambia la estructura del alimento y sus propiedades organolépticas. En este sentido la alimentación dirigida a la salud intestinal y la salud inmune están convirtiéndose en tendencias.
Es por ello que los expertos de AINIA explican que es necesario llegar a un equilibrio entre los aspectos saludables y la aceptación de los consumidores, por lo que se deberá poner especial atención en tres puntos claves.
Tres áreas de innovación en alimentación
- Probióticos, prebióticos y simbióticos: La incorporación de alimentos funcionales en la dieta, como son los probióticos, prebióticos o simbióticos, cuya característica principal es la de aportar un efecto beneficioso para la salud, es cada vez más demandada por los consumidores. AINIA ha desarrollado un sistema que reproduce la digestión y absorción intestinal para conocer el comportamiento de los compuestos bioactivos en el sistema digestivo.
- Reducción de azúcar, sal y grasas: La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda reducir la ingesta de sodio para reducir la tensión arterial y el riesgo de enfermedades cardiovasculares, también reducir el consumo de azúcar al 5 por ciento de la ingesta calórica diaria, y reducir la ingesta de grasas saturadas a menos del 10% de la ingesta total de calorías, y la de grasas trans a menos del 1%. En particular, las grasas trans producidas industrialmente no forman parte de una dieta saludable y se deberían evitar.
- Ingredientes con funcionalidades (Inmunoestimulantes): La situación actual en la que estamos inmersos y que ha sido motivada por la aparición del Covid-19, es una oportunidad para mejorar los sistemas de prevención, higiene y fortalecimiento del sistema inmunitario de las personas. Por ello el desarrollo y evaluación de productos que fortalezcan el sistema inmunitario (inmunoestimulante) es de vital importancia para la lucha frente a estos patógenos emergentes que, hoy en día, se han convertido en la máxima preocupación de las autoridades y de la sociedad en general.
Una de las principales prioridades para la industria alimentaria es la salud. Numerosas empresas del sector están priorizando su innovación hacia productos e ingredientes más naturales, y es que la pandemia provocada por el Covid-19 ha actuado como catalizador para acelerar la tendencia por alimentos personalizados y funcionales.
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