La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), en conjunto con el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), iniciaron un proceso para revocar la autorización de uso de dos colorantes alimentarios sintéticos: Rojo cítrico No. 2 y Naranja B.
Esta medida forma parte de una estrategia más amplia para eliminar gradualmente los colorantes derivados del petróleo del suministro alimentario estadounidense, en respuesta a preocupaciones sobre posibles efectos adversos para la salud
Los colorantes alimentarios sintéticos han sido utilizados durante décadas para mejorar la apariencia de los productos alimenticios. Sin embargo, estudios recientes han suscitado preocupaciones sobre su seguridad, especialmente en poblaciones vulnerables como los niños.
Características y usos de estos colores alimentarios
El Rojo Cítrico No. 2, también conocido como E121, es un colorante sintético de tonalidad naranja-roja.
En los Estados Unidos, su uso está restringido a la coloración de la cáscara de las naranjas, con una concentración máxima permitida de 2 partes por millón (ppm).
Aunque su aplicación en productos cárnicos es limitada, su inclusión en la lista de colorantes a ser eliminados refleja una tendencia hacia la reducción de aditivos sintéticos en la cadena alimentaria.
El Naranja B es un colorante azoico sintetizado a partir de pirazolonas, utilizado principalmente en la industria cárnica para la coloración de productos como salchichas tipo Frankfurt y las tripas de embutidos.
Diversos estudios indican que, en concentraciones superiores a 150 ppm, puede causar algunas afecciones, lo que ha motivado su inclusión en la lista de colorantes a ser eliminados.

Proceso de revocación de autorización
La revocación de la autorización de uso de aditivos alimentarios en los Estados Unidos sigue un proceso regulatorio establecido por la FDA.
Este proceso incluye la evaluación de evidencia científica sobre la seguridad del aditivo, consultas públicas y la emisión de una regla final que prohíbe su uso.
En el caso de Rojo Cítrico No. 2 y Naranja B, la FDA ha iniciado este proceso, con la expectativa de completar la revocación en los próximos meses.
En ese sentido, la FDA está tomando las siguientes medidas:
- Establecer un estándar nacional y un cronograma para que la industria alimentaria haga la transición de colorantes basados en petroquímicos a alternativas naturales.
- Se iniciará el proceso para revocar la autorización de dos colorantes alimentarios sintéticos, Rojo Cítrico No. 2 y Naranja B, en los próximos meses.
- Trabajar con la industria para eliminar los seis colorantes sintéticos el suministro de alimentos para fines del próximo año.
- Autorizar cuatro nuevos aditivos colorantes naturales en las próximas semanas, al tiempo que se acelera la revisión y aprobación de otros.
- Colaborar con los Institutos Nacionales de Salud (NIH) para realizar una investigación exhaustiva sobre cómo los aditivos alimentarios afectan la salud y el desarrollo de los niños.
- Solicitar a las empresas de alimentos que eliminen el FD&C Rojo N.º 3 antes de la fecha límite 2027-2028 requerida anteriormente.
Implicaciones para la industria cárnica
La revocación de la autorización para el uso de Rojo Cítrico No. 2 y Naranja B plantea desafíos técnicos, comerciales y regulatorios para los productores de alimentos cárnicos en Estados Unidos y, eventualmente, en otros mercados que adoptan o armonizan normativas FDA.
Uno de los principales impactos será la necesidad de reformular productos que históricamente han utilizado estos colorantes para mantener su apariencia atractiva para el consumidor.
Naranja B, en particular, se utiliza en la coloración de tripas de salchichas y en embutidos cocidos o curados, dando a estos productos un tono naranja-rosado brillante, asociado culturalmente a frescura y calidad.

La eliminación de este colorante obligará a los fabricantes a:
- Buscar alternativas de coloración que sean naturales o autorizadas por la FDA.
- Realizar ensayos de estabilidad del color durante la vida útil de los productos.
- Ajustar procesos térmicos y de almacenamiento para evitar decoloraciones.
Además, el cambio conllevará costos adicionales, como:
- Investigación y Desarrollo (I+D) para encontrar sustitutos compatibles (por ejemplo, extractos de paprika, remolacha, cúrcuma o antocianinas).
- Aprobaciones internas y regulatorias para validar que los nuevos ingredientes cumplen los requisitos de inocuidad y etiquetado.
- Cambio de materiales de empaque que deban reflejar la nueva composición del producto.
- Educación del consumidor para explicar cualquier cambio visual en el producto terminado, evitando percepciones negativas
Con la eliminación de Rojo Cítrico No. 2 y Naranja B, los fabricantes deberán:
- Actualizar listas de ingredientes en el etiquetado
- Verificar declaraciones de alérgenos, ya que algunos colorantes naturales pueden generar nuevas consideraciones (por ejemplo, alérgenos cruzados)
- Asegurar cumplimiento de la Ley de Etiquetado de Aditivos Colorantes que exige que todos los colorantes utilizados estén debidamente certificados o exentos de certificación conforme al nuevo marco regulatorio.
Finalmente, el uso de estos colorantes tendrá implicaciones directas para la industria cárnica, sin embargo, los profesionales del sector deben prepararse para adaptarse a estas nuevas regulaciones mediante la investigación y adopción de alternativas naturales, la reformulación de productos y la actualización de prácticas de etiquetado.
Este proceso representa una oportunidad para mejorar la seguridad alimentaria y responder a las crecientes demandas de los consumidores por productos más naturales y saludables.
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