Pan de masa madre, una alternativa indulgente y saludable

Tras la pandemia que orilló a la humanidad a permanecer en casa, la búsqueda de momentos en los que las personas puedan consentirse y recibir apapachos en sitios distintos se ha vuelto recurrente al nivel de consolidarse como una tendencia de consumo que beneficia el consumo de pan.

Así lo afirma un estudio de mercado de Mintel, en el que se expone que el sector con mejor desempeño en cuanto a visitas fuera del hogar fue el restaurantero, con un 28% de recurrencia en 2022.

En esta búsqueda de opciones, suelen ser más exitosas aquellas que incorporan más de una tendencia vigentes en sus conceptos. Así ocurre con Marcel, una panadería que ha sabido brindar a sus comensales la sensación de confort que se busca en el pan casero.

• Si bien, aún hay quienes cuidan su economía, el mismo informe de Mintel refleja que 29% de los consumidores ha admitido comprarse caprichos regularmente, por lo que las experiencias de consumo fuera de casa se han convertido en alternativas irresistibles, especialmente cuando involucran opciones de panadería francesa que se hornean diariamente.

Innovación tecnológica al servicio de la panadería

Ante la necesidad de hornear pan diariamente, sale a flote el aprovechamiento de otra de las tendencias que la industria alimenticia experimenta en la actualidad: la automatización.

Por más que el pan sea un alimento que está ligado a tradiciones y procesos artesanales, la incorporación de tecnología para eficientar procesos de amasado y horneado trae consigo múltiples beneficios.

Por un lado, el uso de este tipo de equipos permite sobreponerse a la rotación de personal que impera en el sector, pues al programarse se obtiene un mayor control de los resultados.

Además, contribuyen a reducir el consumo de energía, lo que tiene ventajas para el medio ambiente, y, por si fuera poco, permiten estandarizar procesos, que se traducen en calidad.

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Calidad sin mermas de pan

En esta búsqueda de calidad que viene ligada al reconocimiento de los clientes, es fundamental mantener un estándar para crear un sello de la marca. Conscientes de la alta calidad de sus productos, en Marcel tienen clara la cantidad de pan que suelen necesitar cada día, por lo que no incurren en sobreproducción.

Esto, además, es un factor fundamental para evitar el desperdicio de alimentos. Sin embargo, para llevar su compromiso con cero desperdicios a otro nivel, están unidos a una aplicación llamada Cheaf que tiene como objetivo rescatar alimentos.

Gracias al uso de esta app, los panes que no se consumen a cierta hora del día en la panadería, los ponen a disposición de los usuarios de la plataforma para puedan adquirirlos a costos accesibles.

Ya que se trata de panes que se hornearon ese mismo día, su calidad no se ve comprometida; sin embargo, el que se puedan consumir sin generar desperdicios es un gran apoyo para reducir las emisiones de CO2 en el ambiente.

Espacios lejos de interrupciones, adiós a la hiper fatiga

Ante la oleada de mensajes que se reciben en múltiples canales, desconectarse es un beneficio que se valora enormemente hoy en día. Para evitar el agotamiento mental, el estrés y la incertidumbre, los consumidores prefieren experiencias en lugares tranquilos que les brinden comodidad.

Este deseo por apagar el exceso de ruido va perfecto con la filosofía con la que Marcel fue creada por Julia Aguirre y Roberto García para convertirse en un café en el que se puede acudir a trabajar de forma plácida si se trata de un nómada digital; o bien, es posible encontrar un espacio cálido y acogedor en el que se disfruten pan, alimentos y bebidas de calidad.

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Consumo de ingredientes locales

La selección de ingredientes que hacen en Marcel responde a otro interés entre los consumidores: favorecer a la industria local.

En esta selección de productos de los alrededores, han hecho sinergias con restaurantes vecinos para ofrecer una selección de vinos similares que disfrutan sus visitantes.

El café que ofrecen es 100% nacional, y aunque varían los estados de los que lo obtienen, suele ser café de altura.

Además, una de sus guarniciones predilectas es el alioli picante, que no sólo es local debido a que mezcla una salsa de chiles en aceite que funciona como aderezo, sino que se lleva muy bien con más de uno de sus platillos.

Por si fuera poco, el reconocimiento a los recursos del entorno también se ve reflejado en pequeños detalles como el cuidado al medio ambiente. Pues lejos de ofrecer popotes y mezcladores de plástico, ya han optado por las opciones de madera en sus bebidas.

Detalles que marcan la diferencia

En los últimos años, los consumidores también han aprendido a diferenciar entre lo que consideran que vale la pena para decidir en qué destinan sus ingresos.

Si bien, existen un sinfín de alimentos y bebidas en el mercado, elegir proveedores que marcan un distintivo desde su empaque y se mantienen atractivos en cuanto se les prueba, logra transmitir la sensación de “bien lo vale” al consumidor.

Eso es lo que ocurre con la selección de tés de Tea Forté que eligieron para la carta de bebidas en Marcel. Las infusiones y tés de hebra suelta vienen dentro de pirámides de seda de las que se desprende una hojita que actúa como infusor. De esta forma, se controla el tiempo de preparación y se logran sabores balanceados, tanto en preparaciones frías como calientes.

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Recobrar el tiempo con experiencias gratas

El deseo de retomar la vida y recuperar el tiempo perdido después de la pandemia ha hecho que cada vez más personas estén dispuestas a probar experiencias, sabores e ingredientes nuevos que además les presenten combinaciones de texturas y colores.

En este aspecto, el menú de alimentos en Marcel cumple con todos estos requisitos. Por más que ofrezcan distintos tipos de sándwiches con panes tradicionales, focaccias o croissants, también incorporan el sabor contundente de ingredientes premium como el jamón serrano o prosciutto; e incluso, incorporan elementos como arúgula para crear equilibrio.

Balance y nutrición

Más allá de todo esto, la importancia de la nutrición tiene un valor fundamental. La naturalidad de los ingredientes y el seguimiento de procesos tradicionales para elaborar pan de masa madre se suman a la tendencia que se basa en llevar un estilo de vida saludable, en el que se eligen alimentos y bebidas por los beneficios funcionales que representan.

En este sentido, la indulgencia que ofrecen panes clásicos del lugar como el kouign-amann, el cruffin de frambuesa con chocolate blanco o la berlinesa de crema pastelera con blueberry son vistos como “gustos sin culpa”, ya que son ricos y saludables, elaborados con fermentaciones naturales sin aditivos ni conservadores.

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