El vino mexicano evoluciona gracias a su calidad

La evolución en los últimos años del vino de México ha sido sorprendente, no tanto por el grueso de vinos premium, una categoría que todavía necesita más actores, sino por el incremento cualitativo de los vinos de perfil medio.

Resulta interesante ver cómo las vinícolas mexicanas van tomando cada vez más referencias enológicas del mundo más allá del estilo Burdeos y cómo cada vez aparecen más actores en la industria vinícola.

Guía Peñín tiene un sistema de cata muy sistematizado para evaluar los vinos y hay un equipo de cinco catadores que siempre evalúan los vinos, lo cual es importante porque permite un proceso de puntuación claro y preciso, señala Rocío Amador, directora para México de Guía Peñín, en el Webinar Evolución en la Calidad del vino mexicano.

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Rangos de puntuación y producción nacional

Rocío Amador señala que el rango de puntuación indica que de 50 a 59 es un vino defectuoso. De 60 a 69 es un vino no recomendable; de 70 a 79 es poco recomendable.

En tanto que de 80 a 89 la bebida es aceptable, de 90 a 94 es excelente y de 95 a 100 es un vino excepcional.

Un vino de 80 a 89 suele ser una medalla de plata, uno de 90 y más equivale a una medalla de oro”, indica la especialista.

Dijo que el 89% de estas bebidas las enviaron para ser catados el año pasado, lo cual da una muy buena medición de todo lo que está pasando en la producción y elaboración de vino en el país.

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El vino mexicano sigue evolucionando

El objetivo de esta bebida en México será poder definir claramente sus propios estilos e identidades con todas las herramientas que tienen a su disposición como:

• variedad de uva
• suelos
• climas
• viticultura
• enología

Sin embargo, para que todo esto llegué falta todavía mucho camino que recorrer. Es importante señalar que los pasos que se están dando y pronto empezarán a dibujar un escenario diferente y mucho más alentador para toda esta industria.

México ofrece vinos tintos muy carnosos y con gustos maduros y comportados, aunque sin perder su expresión frutal, con taninos marcados pero maduros y con un final goloso, largo y equilibrado.

Existen casas productoras que buscan minimizar lo máximo posible el efecto del calor y que se obsesionan por transmitir cierta frescura en los vinos.

México no posee una legislación que regule las áreas de producción del país, así como su etiquetado. A pesar de este vacío legal, los productores se han ido agrupando en las zonas donde mayor concentración de viñedo existe.

Así, las zonas productoras de mayor relevancia en el país son seis:

1. Baja California
2. Aguascalientes
3. Chihuahua
4. Coahuila
5. Guanajuato
6. Querétaro

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