En los últimos años, la tendencia del clean eating (o “comer limpio”) ha cobrado fuerza a nivel global, y México no es la excepción.
Cada vez más consumidores buscan alimentos frescos, de origen natural y con menos aditivos, impulsando el crecimiento de los llamados alimentos funcionales.
La coincidencia con la conmemoración del Día Mundial de Comer lo Bueno una fecha dedicada a concientizar sobre la importancia de la alimentación saludable y balanceada ofrece a la industria de alimentos, bebidas y packaging la oportunidad perfecta para innovar y responder a la creciente demanda de productos más limpios y con mayor valor nutricional.
Clean eating
El término clean eating se refiere a un estilo de alimentación que promueve el consumo de alimentos en su forma más natural posible, evitando o reduciendo al mínimo el uso de conservadores, colorantes, saborizantes artificiales y otros aditivos.
El objetivo central es priorizar la calidad de los ingredientes y la transparencia en la cadena de suministro.
De acuerdo con el Institute of Food Technologists (IFT), el clean eating se ha consolidado como un movimiento que impulsa cambios en las estrategias de formulación de productos, etiquetado y abastecimiento de insumos. Asimismo, el enfoque de “etiquetas limpias” (clean label) cobra cada vez más relevancia, enfatizando la presencia de ingredientes reconocibles para el consumidor final.
Relevancia en la industria
Para las empresas del sector de alimentos y bebidas, el clean eating trasciende la tendencia de mercado y se convierte en una oportunidad de diferenciación.
Cada vez más clientes institucionales como:
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- cadenas de restaurantes
- comedores industriales
- grandes minoristas
Exigen a sus proveedores soluciones alineadas con este concepto, a nivel industrial, la reformulación de productos sin sacrificar sabor, textura y vida útil implica la adopción de tecnología de vanguardia y la colaboración con proveedores especializados en ingredientes naturales.
Alimentos funcionales
Se entiende por “alimentos funcionales” aquellos que, además de sus propiedades nutricionales básicas, aportan beneficios para la salud respaldados por estudios científicos. Ejemplos comunes incluyen productos enriquecidos con probióticos, prebióticos, vitaminas, minerales u otros compuestos bioactivos, como los antioxidantes.
- Probióticos: Se trata de bacterias beneficiosas que ayudan a la salud digestiva y refuerzan el sistema inmunológico.
- Prebióticos: Fibra o compuestos vegetales que sirven como “alimento” para los probióticos, mejorando la salud intestinal.
- Ácidos grasos esenciales (Omega-3): Contribuyen a la salud cardiovascular y al funcionamiento adecuado del cerebro.
- Antioxidantes (vitamina C, polifenoles, etc.): Protegen frente al estrés oxidativo y pueden reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
Datos de mercado en México y Latinoamérica
Según el informe “Latin America Functional Food & Beverages Market 2022-2027” de Allied Market Research, el mercado latinoamericano de alimentos y bebidas funcionales alcanzó un valor estimado cercano a los USD 14.000 millones en 2020, y se proyecta que crezca a una tasa anual compuesta (CAGR) de alrededor de 6.5% hasta 2027.
México se mantiene como uno de los principales motores de este crecimiento en la región, seguido por Brasil y Argentina.
En el caso específico de los alimentos de “etiqueta limpia” o con reclamos de salud, datos de Euromonitor International indican que el 35% de los consumidores mexicanos ya buscan activamente productos con menos aditivos y mayor contenido de ingredientes “naturales”.
Estos datos resaltan la relevancia del mercado y la necesidad de que los fabricantes adapten o lancen líneas de productos que respondan a este perfil de consumo.
Día Mundial de Comer lo Bueno
Aunque no es tan popular como otras conmemoraciones alimentarias, el Día Mundial de Comer lo Bueno busca fomentar la adopción de hábitos alimenticios balanceados, prestando atención a la calidad nutricional y a la proveniencia de los ingredientes. A nivel de la industria, se traduce en campañas de concientización que promueven:
- Menor consumo de alimentos ultraprocesados: Un llamado a reformular productos o crear líneas de productos con menos químicos artificiales.
- Sostenibilidad en la cadena de valor: Fomentar prácticas más amigables con el medio ambiente, como la reducción de plásticos de un solo uso y la eficiencia energética en las plantas de producción.
- Educación al consumidor: Compartir información clara sobre el contenido nutricional y los beneficios de ingredientes funcionales, alineada con la estrategia de clean label.
Tendencias que impulsan la adopción de clean eating y alimentos funcionales
Mayor conciencia de salud y bienestar
La pandemia de COVID-19 aceleró la demanda de productos asociados a la inmunidad y la prevención de enfermedades.
Según la agencia Innova Market Insights, un 60% de los consumidores en Latinoamérica considera que la alimentación tiene un rol fundamental en el fortalecimiento del sistema inmunológico, de ahí la preferencia por alimentos ricos en compuestos funcionales.
Búsqueda de transparencia y trazabilidad
La exigencia de transparencia en la cadena de suministro se ha convertido en un factor decisivo. Los consumidores quieren saber:
- el origen de los ingredientes
- las prácticas de cultivo o crianza
- los procesos de producción utilizados
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Para la industria, esto implica un control más riguroso de las materias primas y la colaboración con proveedores que ofrezcan certificaciones reconocidas (por ejemplo, USDA Organic, Rainforest Alliance, o sellos locales como México Calidad Suprema).
Personalización y conveniencia
La creciente demanda de soluciones listas para consumir, pero que conserven la frescura y la naturalidad, empuja a las empresas a desarrollar tecnologías de envasado y conservación novedosas.
Envases activos, atmósferas modificadas y tecnologías de alta presión (HPP) son estrategias que permiten extender la vida útil sin recurrir a conservadores químicos, favoreciendo el concepto de clean eating.
Retos para la industria: formulación, normativas y educación
Desafíos de reformulación
Reemplazar aditivos o conservadores artificiales no siempre es fácil. Ingredientes como antioxidantes naturales (por ejemplo, extracto de romero) o conservadores “limpios” pueden incrementar los costos de producción.
Para compensarlo, la industria investiga y desarrolla alternativas más estables y rentables, colaborando con universidades y centros de investigación.
Cumplimiento normativo
En México, la Secretaría de Salud (a través de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, COFEPRIS) y la Norma Oficial Mexicana (NOM) regulan el etiquetado y las declaraciones de propiedades saludables en alimentos.
A nivel internacional, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) o la FDA de Estados Unidos también emiten lineamientos que las empresas exportadoras deben cumplir.
Estas regulaciones exigen que las afirmaciones de salud y funcionalidad estén respaldadas por evidencia científica sólida, un punto que obliga a las compañías a fundamentar la comunicación de sus productos con estudios acreditados.
Falta de educación y comunicación clara
Aunque la tendencia de clean eating es popular, los consumidores pueden malinterpretar ciertos términos o confundirlos con estrategias de mercadeo.
Las empresas deben trabajar en conjunto con las áreas de marketing y comunicación para asegurarse de que la información proporcionada (tanto a clientes institucionales como a consumidores finales) sea clara, transparente y responda a las inquietudes sobre beneficios y seguridad alimentaria.
Oportunidades para la industria
El mercado latinoamericano es especialmente receptivo a alimentos que incorporen ingredientes autóctonos con beneficios reconocidos, como la chía, el amaranto o la maca andina.
La investigación y el rescate de ingredientes locales pueden servir como estrategia de diferenciación, ayudando a las empresas a posicionarse como líderes en innovación y sostenibilidad.
Tecnologías emergentes y foodtech
El uso de biotecnología para la obtención de cepas probióticas específicas o para la producción de enzimas que mejoren la digestibilidad de los alimentos representa un campo de crecimiento significativo.
Startups y empresas consolidadas del sector foodtech en México y América Latina están desarrollando soluciones que incluyen proteínas alternativas, microencapsulación de nutrientes y cultivos celulares de carne.
Ejemplo de innovación:
- Microencapsulación de probióticos y vitaminas para ampliar la gama de productos funcionales y garantizar su estabilidad.
- HPP (High Pressure Processing) para jugos y productos listos para consumir que requieran prolongar la frescura sin recurrir a conservadores químicos.
Colaboraciones público-privadas
Instituciones como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) en México, universidades y centros de innovación ofrecen subvenciones y proyectos de investigación conjuntos que promueven la creación de nuevos productos funcionales.
Estas colaboraciones ayudan a las empresas a validar científicamente los beneficios de sus alimentos y a agilizar el proceso de puesta en el mercado.
Packaging sostenible para un clean eating integral
La sostenibilidad en el packaging es un pilar esencial en la filosofía del clean eating. No basta con que el producto sea funcional y cuente con ingredientes naturales; la presentación y el packaging deben reflejar un compromiso con el medio ambiente.
- Materiales biodegradables y compostables: Envases a base de fécula de maíz o pulpa de caña de azúcar.
- Uso de bioplásticos (PLA o PHA) que se degradan en condiciones de compostaje industrial.
- Diseño de envases minimalistas y “limpios” en su gráfica, priorizando la información necesaria y la transparencia.
Para la industria, esto implica negociar con proveedores que ofrezcan soluciones de envasado acordes a las normativas ambientales y a las tendencias globales de reducción de huella de carbono.
El éxito demuestran que adoptar el clean eating y la producción de alimentos funcionales no solo es viable, sino rentable, siempre y cuando se realicen inversiones en investigación y desarrollo (I+D) y se establezcan alianzas estratégicas.
Claves para el éxito en la industria de alimentos funcionales y clean eating
El Día Mundial de Comer lo Bueno es un recordatorio de la importancia de fomentar una alimentación saludable y equilibrada.
Para la industria de alimentos y bebidas, este día simboliza oportunidades de innovación y diferenciación que pueden potenciarse con el enfoque de clean eating y el desarrollo de alimentos funcionales.
En México y Latinoamérica, el crecimiento sostenido del mercado de productos saludables, la demanda de transparencia y trazabilidad, así como la búsqueda de alternativas sostenibles en el envasado, confirman que este sector seguirá expandiéndose.
Las tendencias señalan un futuro donde la frontera entre la alimentación y la medicina preventiva se difumina cada vez más, abriendo espacios a la creación de alimentos altamente especializados y alineados con las necesidades del consumidor contemporáneo.
El clean eating y los alimentos funcionales, combinados con iniciativas como el Día Mundial de Comer lo Bueno, ofrecen una plataforma sólida para que la industria reformule estrategias, consolide alianzas y, en última instancia, brinde soluciones alimentarias que satisfagan el creciente apetito por la salud, la sostenibilidad y la transparencia.