Señalan impactos positivos de cultivos GM

Los cultivos biotecnológicos continúan proporcionando beneficios económicos y ambientales, pues permiten producir más utilizando menos recursos.
“En el 2013, 18° año de la adopción generalizada de cultivos con innovaciones biotecnológicas, estas aplicaciones han seguido proporcionando mayor productividad agrícola, más ingresos para los agricultores y un medio ambiente mejor para los ciudadanos. La mayoría de esos beneficios siguen dirigidos hacia los agricultores y las comunidades rurales en países en desarrollo”, mencionó Graham Brookes, director de PG Economics y co-autor del informe sobre cultivos genéticamente modificados (Cultivos GM: Impactos socio-económicos y ambientales 1996-2013).

Los aspectos que destacan de ese amplio estudio son:

- Seguridad alimentaria y menores presiones sobre los escasos recursos naturales.
Entre 1996 y 2013, la biotecnología aplicada a cultivos fue responsable de una producción adicional de 138 millones de toneladas de soya y de 274 millones de toneladas de maíz. Esta tecnología también ha contribuido con un aporte extra de 21.7 millones de toneladas de fibra de algodón y 8 millones de toneladas de canola.

Los cultivos GM están permitiendo a los agricultores producir más sin destinar más tierras para ello. Si la biotecnología agrícola para cultivos no hubiera estado disponible para los 18 millones agricultores que la aprovecharon en 2013, para mantener los niveles de producción global conseguidos en el 2013 se hubiera necesitado sembrar 5.8 millones de hectáreas (ha) adicionales de soya, 8.3 millones ha de maíz, 3.5 millones ha para algodón y 0.5 millones de ha para canola. La superficie adicional total que hubiera sido requerida es el equivalente al 11% de la tierra cultivable en los Estados Unidos, o el 29% de la tierra cultivable en Brasil o bien, el 32% de la superficie destinada al cultivo de cereales en los 28 países de la Unión Europea.

- Cultivos con mayor rendimiento
La tecnología que confiere resistencia a insectos (RI o IR por sus siglas en inglés) utilizada en algodón y maíz, ha generado constantes incrementos en rendimientos, derivados de la reducción de pérdidas por el daño de plagas. La ganancia promedio en rendimiento durante el periodo 1996-2013, considerando a todos los usuarios de esta tecnología ha sido de 11.7% para el maíz GM-RI (atributo también denominado Bt) y de 17% para el algodón Bt. El año 2013 también vio la primera soya GM-RI cultivada comercialmente en América del Sur, donde los agricultores obtuvieron un promedio de 10% de mejora en rendimiento.

La tecnología de tolerancia a los herbicidas (TH o HT, por sus siglas en inglés), utilizada en soya y canola, también ha contribuido a incrementar la producción en varios países; en Argentina ha ayudado a productores a cultivar soya después de cosechar trigo en la misma temporada de producción2,  consiguiendo mayores rendimientos y mejor control de malezas.

- Mejores dividendos para los agricultores
La biotecnología aplicada a cultivos ayuda a los agricultores a obtener ingresos razonables por su trabajo. El beneficio económico neto a nivel rural en 2013 fue de $20.5 mil millones de dólares, equivalente a un incremento medio de ingresos de $122 dólares/hectárea. Para el periodo de 18 años (1996-2013), el incremento global a nivel unidad productiva fue de aproximadamente $133.5 mil millones de dólares.

Esa ganancia total de ingresos agrícolas de $133.5 mil millones de dólares se dividió en partes iguales entre agricultores de países en desarrollo y de países desarrollados. Los mayores aumentos en rendimiento se obtuvieron por agricultores en países en desarrollo, muchos de los cuales son de escasos recursos y que cultivan en parcelas de poca extensión.

- Buena y rentable inversión para los agricultores
Los cultivos transgénicos siguen siendo una buena inversión para los agricultores alrededor del mundo. El costo que pagaron por el acceso a la tecnología en 2013 ($6.8 mil millones de dólares3,4  pagado a la cadena de suministro de semillas), fue igual al 25% del total de ganancias (un total de $27.3 mil millones de dólares, incluyendo los $20.5 mil millones de dólares de ganancias). A nivel mundial, los agricultores recibieron un promedio de $4.04 dólares por cada dólar invertido en semillas de cultivos GM.

La mayor proporción del total de las ganancias de los agricultores en países en desarrollo, con respecto de los agricultores de los países desarrollados es reflejo, principalmente, de las más débiles disposiciones y cumplimiento de los derechos de propiedad intelectual, junto a un mayor margen promedio de beneficios en los países en desarrollo.

- Beneficios ambientales
Los cultivos transgénicos han contribuido a reducir significativamente la liberación de emisiones de gases efecto invernadero en las prácticas agrícolas. Esto es consecuencia de un menor uso de combustibles y una retención adicional o ‘secuestro’ de carbono en el suelo, gracias a la labranza mínima asociada al manejo de cultivos GM. Sólo en el 2013, este situación fue equivalente a eliminar 28 millones de toneladas de dióxido de carbono de la atmósfera o bien, a retirar 12.4 millones de automóviles de las calles durante un año.

Los cultivos transgénicos han reducido la aplicación de 550 millones de toneladas de plaguicidas, un -8,6% en el periodo 1996-2013. Esta disminución es igual a la cantidad total de ingrediente activo aplicada a los cultivos comerciales en los 28 países de la Unión Europea durante dos periodos de siembra. Como consecuencia se ha disminuido el impacto ambiental asociado a los herbicidas e insecticidas usados en las áreas sembradas con cultivos biotecnológicos en un 19%.

Fuente: www.pgeconomics.co.uk