Según datos del CEFP, la exportación de café ascendió a 90 millones de dólares, lo que convierte a esta actividad en una fuente de divisas importante.México es una de las regiones cafetaleras más importantes en el mundo, ocupa el noveno lugar como país productor de este grano después de Brasil, Vietnam, Indonesia, Colombia, Etiopia, India, Perú y Honduras. En 1882, la Bolsa de Valores de Nueva York registró a México como uno de los principales exportadores con 70 mil sacos de café tipo oro de 60 kg., cifra que aumentó hasta 505 mil sacos al año en 1909, cuando México ocupó el tercer lugar entre los países productores de café.
Según datos del último informe del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP), su exportación asciende a unos 900 millones de dólares anuales, lo que convierte esta actividad productiva en una de las fuentes de divisas más importantes para el país. A pesar de su impresionante producción, los mexicanos no son considerados grandes consumidores del producto nacional.
México cuenta con un producto propio y de calidad, aunque existen algunas prácticas incorrectas relacionadas a la selección y preparación del café (error común en restaurantes y cafeterías) no estimulan el desarrollo de una cultura de consumo de calidad. Al respecto, Abraham Bleier, director de Grupo Garabatos y Vicepresidente de Relaciones Gubernamentales de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), aseguró que no contar con un barista, hacer una mala selección de los granos y no conocer los tiempos y medidas para su preparación, dará como resultado un café sin cuerpo, sin aroma, sin sabor o quemado. El riesgo, comenta, es que la gente de por sentado que está bebiendo un buen café y pague un precio que no corresponde a la calidad.
La presentación es otro elemento a tomar en cuenta, un café mal servido seguramente fue preparado por una persona inexperta, que no posee una certificación como barista. Por ello, el vocero de la CANIRAC aseguró que es necesario que la industria restaurantera se profesionalice capacitando a su personal y dedique esfuerzos en la selección del grano, las mezclas, el molido, el tostado, la presión, la temperatura; aquellos elementos que tratados acertadamente, logren un efecto placentero al gusto y mantengan intactas las virtudes del café.
El proceso que emprendió Grupo Garabatos para lograr una bebida de calidad, tomó 10 meses tan sólo en la búsqueda de los mejores granos para su mezcla tostada por separado, obteniendo un café 100% de altura, con acidez, cuerpo y sabor equilibrado. El café que se sirve en los 22 restaurantes y las 13 boutiques de Garabatos procede de una de las regiones cafetaleras más importantes del país, que abarcan los estados de Chiapas, Veracruz y Oaxaca.
Degustar un buen café debe ser un proceso reciproco entre la exigencia de los consumidores y la búsqueda de la excelencia por parte de la industria restaurantera. Todo buen consumidor de café, debe conocer el origen de lo que está bebiendo, identificar una ligera acidez en el paladar, un aroma sobresaliente y duradero, además, el líquido debe tener densidad y textura,si la sensación al paladar es similar a tomar agua, seguramente no se está bebiendo lo mejor.
Para combatir el problema del bajo consumo del aromático, es importante identificar estos elementos y como restaurantero, comenta Bleier, dar retroalimentación al productor, a la empresa tostadora y al barista.
Y estar conscientes de que en México, también existe una tradición de consumo arraigada en algunos sectores de la población y que una vez que el consumidor descubre la calidad en un producto, este prevalece en sus preferencias. El consumo de café, por sus propiedades y carácter social, representa un generador de hábitos saludables que tanto la industria cafetalera como la restaurantera, están obligados a promover, afirmó Bleier.
Fuente: www.garabatos.com