De acuerdo con representantes del sector, la autosuficiencia en la producción de leche es posible a través de políticas públicas a corto plazo.La reforma profunda al campo debe permitir establecer una política lechera que incluya esquemas financieros, créditos competitivos, instrumentos de mercado y programas de compras gubernamentales, que incrementen la oferta y la rentabilidad de los pequeños productores.
Para lograrlo, "se requiere que las dependencias gubernamentales creen las condiciones económicas y comerciales en el marco de nuevas políticas públicas factibles de realizar en un breve plazo", indicó Vicente Gómez Cobo, presidente de la Asociación Nacional de Ganaderos Lecheros (ANGLAC).
En el marco de la presentación del libro La autosuficiencia lechera en México es posible, señaló que Liconsa debe pagar el precio de indiferencia a los pequeños productores para que éste sirva de referencia a la industria, pues mientras la leche importada se paga hasta en 8 pesos el litro, la nacional sólo recibe 6.20, lo que significa pérdidas para los productores nacionales.
Destacó que tan sólo durante 2013 México produjo 10 mil 900 millones de litros, pero importó alrededor de tres mil 200 millones para abastecer el mercado nacional que es de 14 mil millones, sin embargo, de contar con los instrumentos adecuados, se podría incrementar su producción y alcanzar la autosuficiencia en el corto plazo.
Acompañado del presidente del Consejo Nacional Agropecuario, Benjamín Grayeb Ruíz, dijo que las condiciones productivas e industriales con las que cuenta México para el desarrollo sostenido de la ganadería lechera, se presentan absolutamente favorables no sólo para alcanzar la autosuficiencia de este alimento, sino para generar excedentes exportables en breve plazo.
Gómez Cobo y Grayeb Ruíz coincidieron en la necesidad de que la ganadería mexicana esté preparada para enfrentar los retos de evitar la fuga de divisas por una parte, y aumentar el consumo de leche y sus derivados por la población nacional.
Manifestó que los ganaderos mexicanos tienen preocupación por el futuro en el sentido de que, en el próximo lustro, podría haber un desabasto mundial del producto, aumento de precios de leche y sus derivados, y una mayor inseguridad alimentaria, sin embargo, se tiene la esperanza de aprovechar integralmente los recursos naturales que ofrecen más de 120 millones de hectáreas y una infraestructura instalada, pero ociosa entre el 10 y 15 por ciento.
Por su parte, Grayeb Ruiz destacó que "México es el país más abierto en el tema de leche y en todo el sector agroalimentario, por lo que se tiene la capacidad para producir lo que se requiere". Entonces, "si se tiene la mejor tecnología para el procesamiento industrial, se recibe el apoyo del Gobierno Federal, y se cuenta con las mejores condiciones de calidad y sanidad, nos espera un futuro exitoso", dijeron los representantes del sector lechero y agropecuario del país.