La fructosa representa 33 por ciento de los 5.3 millones de toneladas de edulcorantes que se consumen en el país, señalaron representantes del sector.
Tan sólo en 2012 las industrias refresquera, panificadora y de confitería, principalmente, consumieron 1.7 millones de toneladas de ese endulzante derivado del maíz, que a decir de productores, industriales e investigadores recibe un alto subsidio por parte del gobierno de Estados Unidos, pues mientras en ese país se comercializa en niveles superiores al precio mundial del azúcar (de 400 pesos por bulto de 50 kilos), en México se cotiza alrededor de 370 pesos. Esta situación, considerada como competencia desleal, saca de competitividad al sector agroindustrial mexicano.
Para Raymundo Tenorio Aguilar, director de la carrera de Economía de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey, no es posible establecer barreras arancelarias, pues lo que se requiere es entrar a un proceso de reconversión industrial y productiva pensando en otro tipo de valor agregado como alcoholes y etanol. Consideró que el bajo valor agregado que se da al azúcar tiene entrampada la relación de gasto entre costos y precios, por lo que hace falta inversión en el sector tanto de cañeros como de industriales, e incluso la propia banca de desarrollo puede otorgar créditos preferenciales para innovación en productos derivados de caria.
Por su parte, Carlos Blackaller Ayala, dirigente de la Unión Nacional de Productores de Caña, señaló que es necesario un trabajo conjunto de productores de la vara, industriales y el gobierno federal para lograr un ordenamiento del mercado, y así ramas como la refresquera regresen al consumo de azúcar en aras de mejorar la economía de todo el sector.
Entre 1990 y 2002 el consumo de fructosa creció de cero a nueve mil 800 toneladas, y de 2006 a la fecha pasó de 340 mil a 1.7 millones de toneladas, lo que obliga a exportar excedentes e incurrir en mayores gastos para colocar la producción nacional de azúcar en el mercado extranjero, advirtió. "Actualmente, la materia prima de la fructosa (el maíz) se ha incrementado considerablemente, y aun con ello por los subsidios permite que siga saliendo al mercado a costos menores que el de la caña".
Para Rubén García Treviño, expresidente de la Asociación Nacional de Empresas Azucareras (ANEA), es necesario que el gobierno actúe y se logre una competencia en igualdad de condiciones con la fructosa, es decir, sin subsidios, pues ello permitiría que se regrese al consumo de azúcar nacional.
Fuente: El Financiero