De acuerdo con un estudio, el consumo de refrescos entre los menores de edad aumenta la manifestación de ciertos síntomas de comportamiento.El consumo de refrescos es un hábito que deriva en problemas de salud entre las sociedades habituadas a este tipo de bebidas gaseosas azucaradas. Sin embargo, un nuevo estudia indica que en su consumo también se encuentra la clave del comportamiento agresivo de muchos niños.
De acuerdo con la investigación, su consumo entre los menores de edad aumenta la manifestación de ciertos síntomas de comportamiento entre los que figura la agresividad, publicó la revista The Journal of Pediatrics. Hemos visto que la conducta agresiva en los niños aumenta con la cantidad diaria de consumo de refrescos, dijo Shakira Suglia, coautora del estudio de la Universidad de Columbia en Nueva York.
Se encontró que los niños que bebían cuatro o más refrescos diarios tenían más del doble de probabilidades de romper cosas que aquellos que no los consumían. Asimismo, la probabilidad de que los niños habituados a las gaseosas se peleen o ataquen físicamente a personas, también fueron sobrepasadas dos veces más de lo normal. Por si fuera poco, aunadas a estas tendencias violentas, también fueron detectados problemas de atención y un comportamiento retraído.
Por otra parte, la Asociación Americana de Bebidas de Estados Unidos se manifestó en desacuerdo con los resultados del estudio y destacaron que las empresas refresqueras no promueven o comercializan el consumo de refrescos entre los niños, el grupo de edad examinado en el estudio.
No obstante, el alto consumo de refrescos es una tendencia que es más que una tendencia de cierto sector poblacional, y en pocas décadas se ha convertido en un hábito diario en muchos países del mundo; uno cuyo abuso deriva en graves problemas para la salud de quien los bebe de manera constante.
Fuera de Estados Unidos, Latinoamérica representa, no sólo uno de los mercados más importantes, sino el más grande para los fabricantes de bebidas carbonatadas y México ocupa el tercer lugar en este rubro.
Según un estudio realizado por Euromonitor International, Argentina encabeza la lista mundial con 131 litros por habitante en 2012, seguido por los chilenos con 121 litros y México en tercer lugar con un estimado de 119 litros.
Aún cuando estos número hablan de sectores generales de población y no indaguen en los habitos de los infantes, los menores de edad no son los únicos afectados por este hábito dulce. En 2011 se reveló que los adolescentes que toman muchas bebidas gaseosas refrescantes son más propensos a comportarse de manera agresiva e incluso a llevar armas.
Finalmente, mientras que estudios anteriores han vinculado el consumo de refresco con la obesidad, el hecho de que la violencia tenga nexos con este tipo de bebidas representa también un importante foco rojo que se suma a los problemas de salud. Por otra parte, también se convierte en un llamado para que los padres regulen o supriman el consumo de refrescos entre los infantes.
Fuente: El Informador