Destacan la labor del INTA con el banco genético de alimentos. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) destacó la labor del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en la conservación de los recursos genéticos de Argentina y por su aporte al mundo en lo que hace a la reserva de alimentos para el futuro.
Se trata de la Red de Bancos de Germoplasma (RBG) del INTA, que cuenta con más de 30,000 entradas, nueve bancos activos de recursos fitogenéticos, 12 colecciones distribuidas en diversas áreas ecológicas y un Banco Base que guarda un duplicado de todo, según el último informe del plan de acción mundial de la FAO. Esta reserva forma parte del trabajo de colaboración internacional que culminó con la construcción de la Bóveda Global de Semillas de Svalbard una isla de Noruega denominada el Arca de Noé de las especies vegetales.
Proteger la agrobiodiversidad mediante la conservación de sus componentes constituye un desafío por el beneficio que confiere a la humanidad, dijo Beatriz Rosso, referente del Banco del INTA Pergamino Buenos Aires y coordinadora del proyecto Conservación ex situ y valoración de las colecciones de germoplasma de la Red de Recursos Genéticos, en el marco del Área Estratégica Recursos genéticos, mejoramiento y biotecnología del INTA.
La red conserva ex situ especies cultivadas y sus congéneres silvestres, las caracteriza y evalúa morfológica, genética, agronómica, bioquímica y molecularmente, las documenta a fin de que se encuentren disponibles tanto para la investigación y el mejoramiento, como para reintroducirlas en sitios donde han desaparecido.
Los recursos fitogenéticos son una fuente invaluable de apoyo a las acciones relacionadas con el desarrollo sostenible de las actividades agropecuarias, forestales e industriales, indicó la especialista.
Para aumentar las colecciones, se rescatan materiales genéticos autóctonos e introducidos de interés actual y potencial y se obtienen resultantes del intercambio con otras instituciones. De acuerdo con Rosso, este rescate de especies permite pensar en desafíos relacionados con la sustentabilidad territorial y ambiental, como el caso de especies arbustivas nativas de la Patagonia, que se utilizan para revegetar sitios degradados por los hidrocarburos. La conservación en los bancos de germoplasma permite, incluso, la devolución a pueblos originarios de materiales maíz o papa, por ejemplo que ellos habían dejado de cultivar y que ahora recuperaron.
Vea el siguiente video, el cual recorre los objetivos, estructura y aportes de la Red de Bancos de Germoplasma del INTA:
Fuente: INTA