Tiempo de lectura estimado: 2 minutos
En la industria alimentaria mexicana, la conservación de alimentos es un desafío crucial para garantizar la seguridad alimentaria, reducir el desperdicio y extender la vida útil de los productos.
Aunque algunas técnicas tradicionales de conservación como la refrigeración y congelación son efectivas, pueden afectar negativamente la calidad sensorial y nutricional de los alimentos.
Es aquí donde las tecnologías no térmicas emergentes destacan como alternativas innovadoras que ofrecen soluciones prometedoras para la industria.
Recomendamos: Conservación de alimentos: el empaque es la herramienta ideal
Alta presión
La tecnología de alta presión (HPP) se basa en la aplicación de presiones hidrostáticas extremas, que pueden alcanzar hasta 600 MPa, para inactivar microorganismos como:
- Bacterias
- Levaduras
- Mohos
A diferencia de los métodos térmicos, la HPP no afecta significativamente la textura, el sabor, el color o el valor nutricional de los alimentos.
Ventajas de la HPP
- Mayor vida útil: La HPP puede extender la vida útil de los alimentos frescos, como carnes, frutas y verduras, hasta varias semanas.
- Conservación de la calidad: Los alimentos tratados con HPP conservan su textura, sabor, color y valor nutricional original.
- Etiquetado limpio: La HPP permite producir alimentos con etiquetas limpias, libres de conservadores artificiales.
- Seguridad alimentaria: La HPP es una tecnología eficaz para eliminar patógenos alimentarios, como Listeria monocytogenes y Salmonella spp.
A medida que la investigación y el desarrollo continúen avanzando, se espera que estas tecnologías desempeñen un papel aún más importante en el futuro de la industria alimentaria mexicana.
Pulsos eléctricos
La tecnología de pulsos eléctricos (PEF) utiliza breves pulsos de alto voltaje para desestabilizar las membranas celulares de los microorganismos, lo que provoca su inactivación.
Al igual que la HPP, la PEF no genera calor significativo, preservando así la calidad de los alimentos.
Ventajas
- Versatilidad: La PEF se puede aplicar a una amplia gama de alimentos, incluyendo líquidos, sólidos y semisólidos.
- Procesamiento rápido: El tratamiento con PEF es un proceso rápido que puede integrarse fácilmente en las líneas de producción existentes.
- Eficacia contra virus: La PEF es eficaz para inactivar virus, como el norovirus, que son resistentes a otros métodos de conservación.
- Reducción del consumo de energía: La PEF consume menos energía que otras tecnologías de conservación no térmicas.
Las tecnologías no térmicas emergentes como la HPP y la PEF están transformando el panorama de la conservación de alimentos en México.
Además, estas tecnologías ofrecen soluciones innovadoras para extender la vida útil, preservar la calidad y mejorar la seguridad de los alimentos, contribuyendo así a una industria alimentaria más sostenible y competitiva.