El fraude alimentario es una amenaza creciente y a menudo invisible que socava la seguridad alimentaria, la confianza pública y la estabilidad económica.
Según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA).Su verdadera magnitud sigue siendo difícil de determinar, ya que el fraude está, por definición, "diseñado para evitar ser detectado", lo que dificulta estimar su frecuencia o su impacto económico exacto.
Sin embargo, los expertos estiman que el fraude alimentario afecta al 1% de la industria alimentaria mundial, a un costo de entre 10 y 15 mil millones de dólares al año, mientras que proyecciones más recientes muestran que los costos pueden llegar hasta 40 mil millones de dólares al año.
Productos como la miel, el aceite de oliva, los mariscos y los productos lácteos son los más buscados, lo que estimula innovaciones en pruebas de autenticidad y un aumento del abastecimiento local por parte de las empresas.
Alimentos en riesgo
De acuerdo con la plataforma de cumplimiento digital SGS Digicomply, los casos de fraude alimentario se han multiplicado por diez en los últimos cuatro años.
Este drástico aumento pone de relieve la urgente necesidad de realizar pruebas y adoptar medidas regulatorias más rigurosas para proteger a los consumidores y garantizar la salud pública.
Un reciente informe del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea destacó importantes incautaciones de fraudes alimentarios en Italia y España relacionados con pesca ilegal y falsificación de documentos, queso ricotta orgánico falsificado en Italia y té adulterado en la India.
Los otros casos denunciados fueron chocolate sin etiquetar en Italia y maíz de contrabando en Bolivia y Burkina Faso.
Suelo decir que la mayor vulnerabilidad es el producto que no se vigila de cerca. Si bien es cierto, sé que no es nuestra pregunta.
En general, cualquier producto es vulnerable al fraude alimentario. El problema no se limita a los alimentos especiales de alto precio ni a las materias primas.

Herramientas digitales para la prevención del fraude alimentario
La implementación de tecnologías digitales ha emergido como una estrategia eficaz para combatir el fraude alimentario. A continuación, se detallan algunas de las herramientas más relevantes:
1. Trazabilidad digital
La trazabilidad permite seguir el recorrido de un producto desde su origen hasta el consumidor final. Sistemas digitales de trazabilidad facilitan la identificación rápida de irregularidades en la cadena de suministro, permitiendo acciones correctivas oportunas. Además, la interoperabilidad entre sistemas garantiza una comunicación eficiente entre diferentes actores del sector alimentario.
2. Inteligencia Artificial (IA) y Aprendizaje automático
La IA y el aprendizaje automático permiten analizar grandes volúmenes de datos para identificar patrones inusuales que podrían indicar fraude. Estas tecnologías pueden detectar anomalías en los perfiles químicos de los alimentos, facilitando la identificación de adulteraciones.
3. Blockchain
La tecnología blockchain proporciona un registro inmutable y transparente de todas las transacciones en la cadena de suministro. Esto asegura la autenticidad de la información y dificulta la manipulación de datos, fortaleciendo la confianza en la procedencia y calidad de los productos alimentarios.
4. Análisis espectroscópico y técnicas avanzadas
Proyectos como SmartControl utilizan imágenes hiperespectrales y aprendizaje automático para verificar la autenticidad de productos como semillas y harinas. Estas técnicas permiten una evaluación no destructiva y en tiempo real de los alimentos, mejorando la capacidad de detección de fraudes.
Desafíos en la implementación de tecnologías digitales
A pesar de los avances tecnológicos, existen desafíos significativos en la implementación de estas herramientas:
- Fragmentación regulatoria: La falta de normativas uniformes a nivel global dificulta la adopción de sistemas digitales coherentes.
- Accesibilidad tecnológica: En regiones con recursos limitados, la implementación de tecnologías avanzadas puede ser costosa y compleja.
- Colaboración intersectorial: La eficacia de las herramientas digitales depende de la cooperación entre gobiernos, industria y consumidores.

Mitigación del fraude alimentario, clave para la industria
Expertos de la Academia de Prevención de Fraude Alimentario, destacan que a creación de la teoría del fraude alimentario fue sumamente interdisciplinaria y significativamente compleja.
Sin embargo, una vez establecida la teoría, la prevención del fraude alimentario es bastante sencilla y existen métodos muy claros.
Los especialistas señalan estudios que cuentan con un marco práctico construido en torno a siete preguntas cruciales para ayudar a las empresas a evaluar y priorizar sus vulnerabilidades al fraude alimentario.
Las preguntas se refieren a incidentes de fraude anteriores, valor del producto, regiones de abastecimiento, complejidad de la cadena de suministro, procesamiento, detectabilidad y métodos de prueba disponibles.
Las cuales pueden ayudar a las empresas a determinar qué ingredientes, productos o proveedores pueden necesitar una evaluación más profunda.
Los recientes incidentes de fraude alimentario en todo el mundo ponen de relieve la creciente sofisticación y escala de los casos de falsificación.
Finalmente, los especialistas sugieren que los fabricantes de alimentos “reduzcan inmediatamente sus vulnerabilidades” mediante el uso de contraseñas complejas, cambiando las contraseñas, utilizando autenticación de dos factores y usando billeteras digitales.
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