Los latinoamericanos considera que el calentamiento global es una “amenaza grave” para la humanidad, esta percepción se explica por los eventos climáticos extremos como sequías prolongadas, huracanes más intensos y la pérdida de la biodiversidad que ha afectado a varios países de la región.
Un estudio, que abarcó 40 países, encontró que el 90% de los encuestados está preocupado por este fenómeno, el porcentaje supera el promedio global del 80 por ciento.
La misma proporción (90%) en Latinoamérica relaciona el aumento de incendios, inundaciones y huracanes con el calentamiento global, destacó la Cuarta Edición de Dato Debate, elaborada por Dato Debate, una iniciativa de Voices!
El mismo estudio destacó que el 80% de los latinoamericanos consideran que las actividades humanas son la principal causa detrás del cambio climático.
Esta cifra es superior al promedio global del 70% y posiciona a la región como una de las más conscientes sobre el impacto humano en el medio ambiente.
Según los especialistas, los resultados no sorprende ya que los países latinoamericanos son vulnerables a eventos climáticos extremos, incluso se han visto azotados gravemente por los efectos.
Por lo que consideraron que esta mayor conciencia podría traducirse en una mayor presión para que los gobiernos implementen políticas más agresivas de mitigación y adaptación al cambio climático.
Destacaron la necesidad de acciones globales coordinadas para mitigar los efectos adversos del calentamiento global.
En voz de los expertos
Gabriela Catterberg, responsable del Área de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Argentina resaltó que América Latina y el Caribe, que abarcan aproximadamente el 60% de la biodiversidad mundial, tiene una conexión especial con la naturaleza.
Refirió que estudios demuestran que las personas que se integran desde temprana edad con la naturaleza desarrollan valores más proambientales. Por lo tanto, la cercanía con la biodiversidad influye en la manera en que los ciudadanos de la región perciben y valoran el medio ambiente.
Otro factor que explica la preocupación de los latinoamericanos por el deterioro del ambiente es que la región es más vulnerable a los desastres naturales.
Según el Banco Mundial, los huracanes, las sequías y las inundaciones se han intensificado, con 175 eventos registrados entre 2020 y 2022, de los cuales el 88% fueron causados por fenómenos meteorológicos.
Gabriela Catterberg subrayó que la exposición constante a estos desastres aumenta la preocupación ciudadana sobre el cambio climático y sus efectos.
“La mayor exposición a fenómenos meteorológicos extremos probablemente incremente la preocupación y percepción de impacto del cambio climático.
En este marco, la articulación de diversas disciplinas y experiencias educativas es decisiva en el proceso de socialización mediante el cual se construye ciudadanía ambiental”, subrayó la especialista.
También planteó la necesidad de impulsar y fortalecer programas que fomenten conocimientos e información sobre la urgencia de cuidar y preservar la naturaleza.
Llamado urgente a la acción
La editora de Yale Climate Connections, Perla Marvell refirió que un reciente un estudio realizado por el Programa de Comunicación de Cambio Climático de la Universidad de Yale confirmó lo que muchos ya sospechaban: los residentes de América Latina están más preocupados por el cambio climático que en otros países.
Esta preocupación se deriva de la exposición diaria a fenómenos meteorológicos extremos, como olas de calor, huracanes e inundaciones.
Resaltó que las comunidades latinoamericanas enfrentan una doble crisis: no solo sufren los embates del cambio climático, sino que además carecen del apoyo financiero y social para trasladarse a zonas más seguras.
“Está viviendo la realidad de los efectos reales de la crisis climática”, afirmó.
Asimismo, enfatizó la importancia de la educación sobre el cambio climático para empoderar a las comunidades y presionar a los gobiernos para que tomen medidas.
“Uruguay es un modelo a seguir en América Latina. Ha demostrado que un país puede prosperar utilizando energías limpias y renovables, y al mismo tiempo mejorar su economía”, concluyó Marvell.
Adaptación climática en Latinoamérica
Karina Toledo Gattoni, asesora para la Estimación del Gasto Público Climático en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Chile, opinó que los resultados del estudio de Voices! confirman la urgencia de que los países adopten medidas más resilientes frente a la crisis climática global.
“los impactos del calentamiento global no son una realidad distante para las personad”, comentó Toledo Gattoni.
Para reducir la vulnerabilidad de los sistemas humanos y naturales, subrayó la importancia de políticas que integren estos elementos en la toma de decisiones.
La asesora destacó la necesidad de promover inversiones en infraestructura resiliente, gestión eficiente del agua, especialmente en zonas propensas a la escasez, y una mayor preparación para prevenir desastres climáticos.
Además, enfatizó la importancia de una comunicación clara y transparente por parte de los gobiernos.
Dado que la ciudadanía percibe el cambio climático como una amenaza grave, “es crucial que los gobiernos comuniquen de forma clara y transparente qué pasos se están dando, qué proyectos se están impulsando, qué políticas orientan su actuar", consideró.
Como ejemplos de la gestión climática, la experta citó el presupuesto verde de Francia y el presupuesto climático ciudadano de Nepal, que permiten a la población seguir de cerca cómo el gasto público contribuye a los objetivos ambientales.
La urgencia de actuar
Michelle Volpin, politóloga y gerente de proyectos de Cambio Climático de ParlAmericas, destacó la necesidad de un cambio profundo para afrontar la crisis climática en América Latina.
Resalta que, según el Sexto Informe de Evaluación del IPCC de 2023, las actividades humanas han contribuido al calentamiento global, lo que deja ver la importancia de que los ciudadanos reconozcan su papel tanto como parte del problema como de la solución.
“Los humanos somos el problema pero también podemos ser la solución. Si cambiamos el paradigma bajo el cual nos relacionamos con la naturaleza, los estilos de vida imperantes, los patrones de producción y consumo, es posible hacer frente a la crisis climática”, consideró.
Los datos del estudio reciente de Voices! muestran un aumento en la conciencia ambiental en América Latina son reveladores, dijo la especialista, sin embargo, habló de la desigualdad en los efectos del cambio climático.
Lo anterior porque no todas las personas se ven afectadas de igual manera. Las soluciones deben considerar las diversas condiciones socioeconómicas, culturales y geográficas.
La educación ambiental es otro aspecto fundamental para combatir la crisis climática. Un ejemplo es la Ley Yolanda en Argentina y la Cumbre Nacional de Educación Ambiental en Colombia.
Cambio climático necesita soluciones integrales
Esteban Delgado, Especialista en Medio Ambiente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) refirió que el 94% de la población en Latinoamérica considera que el cambio climático representa una amenaza real, cifra que coincide con la tendencia nacional.
Argumentó que esta percepción podría estar relacionada con la fuerte dependencia de la región de sus recursos naturales, en una economía basada en la extracción de los recursos.
A manera de ejemplo dijo que la agricultura y la pesca, por ejemplo, son sectores que dependen directamente de las condiciones climáticas, lo que genera una preocupación inmediata sobre la disponibilidad de estos recursos.
Además, el aumento de la urbanización y las condiciones de pobreza en muchas ciudades aumentan la vulnerabilidad ante fenómenos climáticos extremos.
En cuanto a las políticas públicas, Esteban Delgado destacó que varios países latinoamericanos han establecido metas significativas de reducción de emisiones y están implementando medidas de mitigación, como la transición hacia energías de fuentes renovables y la promoción de la economía circular.
Sin embargo, subrayó que, aunque estas acciones son necesarias, las reducciones de emisiones en la región, especialmente en países como Brasil y México, no son suficientes para impactar significativamente el cambio climático a escala global.
Nuestra región puede verse más afectada por las repercusiones del cambio climático, por lo que las medidas de adaptación que adoptemos pueden servir como experiencias valiosas para otros países, afirmó.
Estas medidas incluyen la protección de costas, la adaptación de infraestructuras y la prevención de desastres.
Delgado también dijo que es necesario considerar la justicia social en la implementación de políticas ambientales.
Considero que nadie debe quedar atrás en este proceso de mitigación y adaptación; debe ser inclusivo y buscar aumentar la resiliencia de nuestros sistemas socioecológicos.
Finalmente, destacó el papel de la educación ambiental, pues consideró que la información sobre el cambio climático proviene más de fuentes informales, como redes sociales y medios de comunicación, que de la educación formal.
“Cuando se trata de valorar la efectividad de las medidas contra el cambio climático, habría que tener en cuenta, al menos tres dimensiones: emisión-mitigación; adaptación; y justicia”, subrayó el especialista.
Crisis climática debe estar en la agenda política de los países
Manuel Hermelo, director de Opinión Pública de Voices y representante nacional de WAPOR en Argentina, mencionó que países como México, Argentina, Ecuador, Brasil, Perú y Paraguay muestran niveles alarmantes de percepción sobre esta crisis.
Destacó la responsabilidad humana detrás del cambio climático. México se posiciona a la cabeza, seguido de Argentina, Colombia, Perú y Ecuador, cuyos niveles de preocupación superan la media global.
En su opinión, el cambio climático debe ser integrado en la agenda política, y debería ser atendido con la misma preocupación con la que se atiende la economía, la pobreza y la inseguridad. Por lo que es crucial que los gobiernos, la sociedad civil y el sector privado colaboren estrechamente.
“La sinergia entre conciencia colectiva y acción política se perfila como una de las claves para mitigar los desafíos ambientales, loss efectos adversos y promover un desarrollo sostenible”, concluyó Hermelo.
Continúa leyendo: Agricultura regenerativa, una práctica contra el cambio climático y a favor de la seguridad alimentaria