Las BPM (Buenas Prácticas de Manufactura) son un conjunto de prácticas y procedimientos que se utilizan en la producción de alimentos para garantizar que se cumplan los requisitos de calidad y seguridad, abarcan todas las etapas del proceso de producción, desde la recepción de materias primas hasta el almacenamiento y distribución del producto final.
Ademas incluyen aspectos como la higiene, el control de la temperatura, la capacitación del personal, el control de plagas y la limpieza del equipo.
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Las BPM son esenciales para garantizar la inocuidad alimentaria.
Los alimentos pueden estar expuestos a contaminantes en cualquier etapa del proceso de producción, desde la recolección de materias primas hasta la preparación y envasado del producto final. Las BPM ayudan a minimizar el riesgo de contaminación de los alimentos, reducir los riesgos para la salud y mejorar la calidad de los productos alimenticios.
Las prácticas recomendadas para asegurar la calidad e inocuidad alimentaria:
Higiene personal: El personal que manipula alimentos debe seguir las reglas de higiene personal, incluyendo lavarse las manos regularmente y usar ropa limpia y adecuada para el trabajo.
Limpieza y saneamiento: Los equipos y las instalaciones deben limpiarse y desinfectarse con regularidad para evitar la contaminación cruzada de los alimentos.
Control de plagas: Se deben tomar medidas para prevenir la entrada y proliferación de plagas, como ratas y cucarachas, que pueden transmitir enfermedades.
Control de temperaturas: Los alimentos deben mantenerse a temperaturas adecuadas para prevenir el crecimiento de microorganismos patógenos que puedan causar enfermedades.
Manejo de residuos: Los residuos generados durante la producción de alimentos deben eliminarse adecuadamente para evitar la contaminación del medio ambiente y la propagación de enfermedades.
Capacitación del personal: El personal que manipula alimentos debe estar capacitado en las prácticas de inocuidad alimentaria para garantizar que se sigan las mejores prácticas.
Control de materias primas: Las materias primas utilizadas en la producción de alimentos deben ser de alta calidad y estar libres de contaminantes para garantizar la seguridad del producto final.
Identificación y trazabilidad: Se deben establecer sistemas de identificación y trazabilidad para permitir la recuperación rápida de productos contaminados y facilitar la retirada del mercado de productos potencialmente peligrosos.
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Normativas para garantizar la inocuidad almentaria en la manufactura
Además de estas prácticas, también existen normativas y regulaciones específicas que establecen las medidas que deben seguirse para garantizar la inocuidad alimentaria.
Por ello estas normativas pueden variar según el país o región en donde se produzcan o comercialicen los alimentos, es importante que las empresas que producen alimentos estén al tanto de estas normativas y las sigan rigurosamente.
La implementación de un sistema de gestión de la seguridad alimentaria, como el sistema HACCP (Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control), puede ayudar a garantizar que se cumplan las normativas y se implementen las buenas prácticas de manufactura de manera efectiva.
Las empresas que se comprometen a garantizar la inocuidad de sus alimentos no solo protegen la salud pública, sino que también aseguran la sostenibilidad de sus negocios a largo plazo.
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