Uno de los factores que contribuye a mantener la salud intestinal en equilibrio es el adecuado consumo de fibra, y es que se ha comprobado que su equilibrio puede impactar positivamente a la salud, ayudando a fortalecer el sistema inmune.
El uso de alimentos más saludables como la fibra aumentó considerablemente a raíz de la pandemia provocada por el Covid-19. Esta creciente tendencia inicia con la necesidad de los consumidores por alimentos que mejoren la inmunidad.
Antes del brote de Covid-19, ya se había producido un aumento de los claims de salud relacionadas con la fibra. De acuerdo con datos de Innova Market Insights, el 20% de los productos de cereales publicados en 2019 incluían tales afirmaciones, al igual que el 19% de los productos de panadería y el 13% de los snacks.
La fibra y su relación con la microbiota
La microbiota se puede definir como un ecosistema diverso de bacterias, hongos y virus que están en diferentes superficies del cuerpo como piel, vías respiratorias y principalmente en el colon, donde se alojan el 70% de los microorganismos del cuerpo.
Entre las funciones de la microbiota se destaca mejorar la absorción de nutrientes como el calcio, actuar como barrera de protección contra patógenos y favorecer la producción de neurotransmisores que ayudan a sentirnos con mejor humor como la serotonina.
Existen otros factores que incentivan cambios en la diversidad y composición de la microbiota, una de las más importantes es la dieta, donde también influye el consumo adecuado de fibra y de sus diferentes fuentes que promueven el crecimiento de bacterias buenas gracias a que cuando se fermentan, producen sustancias positivas para la salud intestinal.
Preservar la salud intestinal
Consumir un desayuno con alto aporte de fibra, dentro de una dieta correcta, puede generar un impacto positivo en la microbiota intestinal de adultos sanos, al incrementar en cantidad y diversidad de las bacterias buenas del colon.
Esto se observó con 5.7 gramos de fibra de trigo. También se ha identificado que la fibra de avena es una mezcla de fibra soluble e insoluble que incide positivamente en el crecimiento de bacterias buenas, por lo que consumirla en el desayuno podría ser altamente benéfico.
El Instituto de Nutrición y Salud Kellogg's INSK busca contribuir a la vinculación entre expertos en materia de nutrición y los consumidores, para facilitar información y recomendaciones basada en ciencia que influya en la adquisición de estilos de vida saludables.
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