Tradicionalmente, el consumo de cerveza ha sido recreativo, pero en los últimos años, científicos y expertos nacionales e internacionales se han dedicado a investigar los usos alternativos de la cerveza y sus ingredientes, sobre todo en temas relacionados a la salud humana.
- Ivette Caldelas Sánches, investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, explicó es su estudio “Impacto del consumo de lúpulo en la reducción en los síntomas vasomotores psico-neurológicos y metabólicos asociados al climaterio” que el lúpulo, posee fitoestrógenos, compuestos químicos naturales que ayudan a disminuir síntomas relacionados con la premenopausia, menopausia y posmenopausia.
De acuerdo con el trabajo de la investigadora Caldelas, los fitoestrógenos están presentes en el lúpulo, planta que da el aroma y sabor peculiar a la cerveza.
Este compuesto natural contiene flavonoides, elementos similares a los estrógenos, pero naturales, que podrían funcionar como alternativa de reemplazo a las hormonas sintéticas que, en muchas ocasiones, generan efectos secundarios como la formación de trombos, osteoporosis, cáncer de mama y cáncer ovárico.
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Cerveza para el corazón
De acuerdo con la Fundación Española del Corazón, el consumo moderado de cerveza se asocia a beneficios cardiovasculares, de salud ósea y hasta contra la obesidad. Siempre y cuando su consumo sea con moderación y vaya acompañado de una alimentación equilibrada.
Además, tiene mínimas cantidades de azúcar, es baja en sodio, no tiene grasas, aporta fósforo y vitaminas y minerales como calcio, hierro, yodo, magnesio, zinc, sodio, potasio, fósforo, niacina, selenio, ácido fólico, antioxidantes, vitamina A, vitamina B6 y B12, vitamina C, D y E.
Esta investigación, enmarcada en el estudio Predimed, contó con 1,249 participantes con un elevado riesgo vascular, y ha analizado la relación entre consumo moderado de cerveza, factores de riesgo cardiovascular, dieta y actividad física.
De acuerdo con los investigadores, las personas que consumían cerveza habitualmente de forma moderada presentaban una menor incidencia de diabetes mellitus e hipertensión, así como unas cifras de colesterol HDL (bueno) mayores que los no bebedores.
¿Cuál es su impacto en el medio ambiente?
Por más que la cerveza sea del agrado de un porcentaje elevado de la población a nivel mundial, es imposible hacer a un lado que su producción pasa una factura cara en cuanto al aprovechamiento de recursos y energía.
- Tan sólo hablando de agua, se estima que un litro de cerveza requiere entre 3 y 5 litros del líquido vital; por si fuera poco, esta cifra se eleva hasta 180 litros de agua para producir la misma cantidad de cerveza, considerando todos los pasos a lo largo de la producción, según afirma World Wildlife Foundation.
Dicho sea de paso, estas cantidades son sólo un estimado. En algunos casos, la cantidad de agua que se requiere supera los 280 litros por 1 litro de cerveza, compartió el organismo.
- De acuerdo con datos de la Secretaría de Economía, en América Latina, México es el tercer país en consumo de esta bebida, per cápita 60 litros de cerveza por año.
Debido a la pandemia por Covid-19 los hábitos en el consumo de cerveza se modificaron. La mayoría de las ocasiones de consumo migraron al hogar, lo que impulsó el consumo de opciones light, ultra, artesanales y bebidas con cero alcohol.
En este contexto, la industria cervecera busca mantener su compromiso por la economía, la innovación, en temas de sustentabilidad, salud y bienestar en beneficio de los consumidores.
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