Cada día las personas demandan más transparencia e información de los productos y servicios que adquieren. Cuando ambos casos cuentan con el beneficio adicional de presentar certificaciones, vienen a resaltar la confianza que los consumidores pueden depositar en ellos.
Además, las certificaciones sirven como un mapa para conocer en qué están interesados los consumidores y un valor agregado a los productos cuando provienen de instituciones confiables.
Así lo dio a conocer Carmen Gloria Yáñez, Directora de la División de Asistencia Técnica del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA), de la Universidad de Chile, en el webinar “Certificaciones que abren caminos en la industria de alimentos”.
La certificación de alimentos es una auditoria constante
Para que las certificaciones de alimentos sean consideradas honestas deben ser avaladas por instituciones confiables que analicen los productos mensualmente y no sólo como una primera impresión.
Sobre todo en el área de alimentos, que es una industria que cada día genera productos, aunque pasen por un primer filtro, la receta o mezcla puede cambiar al día siguiente y necesita una constante evaluación.
La Directora del INTA resaltó que la certificación de alimentos es una auditoría permanente, que acredita la composición o bien, la inocuidad del alimento a través de controles analíticos realizados por un laboratorio acreditado.
Las certificaciones de alimentos aportan beneficios a la salud
Carmen Gloria recordó que el primer producto que certificó el INTA fue la sal, hace más de 20 años debido a un aumento de casos de hipotiroidismo entre la población chilena. Investigadores encontraron que se estaba reforzando con yodo, causando daños a la salud.
De esta manera, las certificaciones tiene como principal interés mantener la salud de las personas y se suman a la ley de etiquetado de alimentos que ya se encuentra en nueve países de Latinoamérica y Chile fue el primer país en recibirlo en el 2016.
Por obvias razones, los productos que emiten sellos como exceso de azúcar, sal, calorías o grasas trans, no pueden recibir certificaciones como de productos saludables o en condiciones para dietas en específico, el objetivo siempre será la honestidad, destacó la directora.
La labor del INTA en la alimentación y nutrición
El INTA certifica alimentos a través de análisis, asesoría, certificaciones, programas de calidad de vida, entre otros, con el objetivo de contribuir a una óptima alimentación y nutrición de la población chilena y de Latinoamérica, afirmó la directora.
Cabe resaltar que todas las acreditaciones que otorga el INTA están avalados bajo la norma 17025, lo que les brinda la mayor cantidad de alimentos certificados en el país.
No sólo brindan certificaciones cuando un producto contienen una buena cantidad de nutrientes, fibras o ingredientes saludables, también cuando es libre de algunas sustancias como alérgenos, gluten, lactosa, aditivos, entre otros.
Las certificaciones, así como están en constante evaluación de productos, también pueden estar en evolución al incorporar nuevos reglamentos o modificarlos, esto lo dicta el consumo y avance de la industria.
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