La administración del mantenimiento es uno de los retos que enfrenta la industria alimentaria en la actualidad, así como la gestión de activos es también un aspecto crítico. Aunque algunas empresas han implementado soluciones avanzadas como plataformas de mantenimiento inteligentes, la mayoría se encuentran en una etapa muy arcaica.
La gestión de activos en la industria alimentaria sigue siendo un gran desafío para muchas empresas, ya que en la mayoría de los casos se utiliza software que no está destinado específicamente al mantenimiento, o incluso, utilizan notas en papel.
Este plan de acción reactivo a menudo se ve influenciado o condicionado por los sistemas de seguridad alimentaria, lo que puede resultar en una pérdida de atención en la mejora continua y en el mantenimiento preventivo, incluso en equipos que son fáciles de reparar o sustituir.
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Desafíos que enfrenta la gestión agroalimentaria
De acuerdo con Eloy Hernández, director adjunto de cebollas Marchite, actualmente existe una gran variedad de retos que se deben atacar de una manera más efectiva, como es el caso de las aumentos en los precios, el problema de los cambios atmosféricos, la implementación de normativas más restrictivas.
Además, el sector agroalimentario tiene una rotación de personal muy alta, es aquí donde las herramientas digitales surgen como un apoyo para afrontar estos desafíos.
- La digitalización, aparte de simplificar procesos, ha servido para llevar el control prácticamente por completo dentro del sector, ya que se puede tener un registro más acertado sobre las herramientas, la maquinaria, hasta del mismo personal de una manera más fiable.
De ahí que algunas empresas ya hayan implementado un software para la gestión del mantenimiento, el cual puede, desde el coordinar esa planificación de ser preventivo, hasta tener las máquinas siempre a punto cuando hacen falta, lo que genera un control en la trazabilidad de las reparaciones.
Gestionar el ciclo de vida de un activo
La adquisición de activos es una etapa crucial para cualquier organización y debe llevarse a cabo con el objetivo de obtener la mejor relación calidad-precio. Esto significa que no sólo se debe considerar el precio de compra, sino también los costos de propiedad (TCO).
El TCO incluye no solo el precio de compra inicial, sino también los costes asociados con el mantenimiento y la reparación, así como la depreciación.
- La gestión de activos físicos implica la administración del ciclo de vida completo de los activos tangibles, desde su adquisición hasta su disposición. Esta gestión implica la planificación y el control de todos los aspectos relacionados con los equipos, maquinarias, vehículos, instalaciones, inmuebles, materias primas, stock, etc.
Se diseña un plan estratégico para que la organización pueda operar de manera efectiva, alineando políticas, definiendo procedimientos, organizando y asignando roles, tareas y responsabilidades con respecto al uso, manejo y aprovechamiento de estos activos.
De acuerdo con Fracttal, proveedora de software para gestión de activos, evitar y revertir los efectos de desgaste por uso y por el paso del tiempo en los activos físicos de la organización, es el núcleo central de la gestión de mantenimiento de una organización. De este núcleo se derivan cuatro objetivos fundamentales:
- Disponibilidad de los equipos: debe garantizar que las instalaciones, equipos y activos en general, se mantengan en óptimo estado, evitando así paradas no planificadas que pueden generar enormes retrasos y pérdidas a la empresa.
- Confiabilidad de los equipos: este objetivo se deriva del anterior, y consiste en garantizar que los equipos cumplan con las horas y cuotas de producción previstas para generar valor dentro de la organización.
- Vida útil de los equipos: a mayor efectividad de la gestión de mantenimiento, evitando el desgaste de los equipos, instalaciones y activos físicos en general, mayor será el tiempo de utilidad para ayudar a alcanzar objetivos de producción y crecimiento de la organización, lo que se traduce finalmente en un mayor retorno de la inversión, y mayor generación de ganancias y de valor.
- Disminución de los costos: consiste en evitar tanto pérdidas como gastos imprevistos, ya sea por tiempo de parada no programada en la que se pierden materiales, tiempo de trabajo y mano de obra, como por las reparaciones reactivas que, en la mayoría de los casos, pueden resultar mucho mayores al costo del mantenimiento programado y preventivo.
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