En la década de los 60, los expertos en recursos humanos y gestión de personas comenzaron a darse cuenta de que habían estado pasando por alto habilidades de los trabajadores que eran tan importantes como sus conocimientos técnicos o su facilidad para relacionarse o comunicarse, habilidades que posteriormente se conocerían como soft skills.
Por ejemplo, se hizo evidente que un líder no solo debía tener habilidades técnicas, sino que también era fundamental que fuera capaz de motivar a los demás y redactar informes claros y comunicativos.
Fue en el año 1972, durante una conferencia de la Comandancia Continental del Ejército de Estados Unidos (CONARC), cuando se acuñó por primera vez el término habilidades blandas, el cual fue definido científicamente.
Las habilidades blandas o soft skills son aquellas características personales que permiten a un individuo interactuar de manera efectiva con los demás. Estas habilidades pueden involucrar capacidades interpersonales, de comunicación y de resolución de problemas, entre otras.
A menudo, estos rasgos no son enseñados en los entornos educativos tradicionales, sino que se adquieren a través de la experiencia de vida. Entre las más valoradas se encuentran:
- El liderazgo
- La colaboración
- La negociación
- El trabajo en equipo
- La oratoria
Estos activos son muy buscados por los empleadores al momento de contratar nuevos trabajadores, ya que la capacidad de trabajar con éxito con otros y manejar situaciones sociales complejas resulta esencial para el éxito en cualquier profesión.
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El desarrollo de las soft skills
Para desarrollar habilidades blandas de manera efectiva, resulta útil rodearse de personas que ya poseen práctica en el tema y aprender de ellas. Es fundamental, además, reconocer el punto de partida y los propios defectos para poder mejorarlos.
Por ejemplo, si alguien tiene dificultades para hablar en público, puede practicar su discurso frente a amigos o familiares. En caso de tener problemas para trabajar bajo presión, una buena opción puede ser realizar tareas con plazos ajustados para acostumbrarse a trabajar en situaciones de estrés.
El desarrollo de estas capacidades resulta fundamental por algunas razones:
- Primero: Contar con soft skills sólidas otorga al individuo las herramientas necesarias para prosperar en cualquier entorno profesional. Permiten establecer relaciones más fuertes con colegas, gerentes y clientes, al mismo tiempo que se facilita la toma de decisiones, la gestión efectiva de conflictos y la navegación de conversaciones difíciles.
- Segundo: Puede resultar ventajoso al momento de competir por un trabajo o promoción. En la actualidad, los empleadores buscan personas que no solo posean habilidades técnicas, sino también habilidades blandas sólidas. Contar con ellas otorgaría una ventaja sobre otros solicitantes que, aunque igualmente calificados, no cuenten con estas capacidades.
Las habilidad más buscadas por las organizaciones
Las habilidades blandas que se requieren en un trabajador o líder no son universales, sino que varían dependiendo de las circunstancias. Estas habilidades pueden ser adaptadas y modificadas en función de las situaciones.
Por esta razón, es fundamental que los colaboradores comprendan el entorno en el que se mueven para poder desarrollar habilidades blandas efectivas.
De acuerdo con EAE Business School, estas fueron las soft skills más demandas por las empresas durante 2022:
- Flexibilidad. En un contexto económico y social marcado por la incertidumbre y la fragilidad, la habilidad para encajar los imprevistos sin desviarse del objetivo es fundamental.
- Adaptabilidad. Es importante adaptarse a los cambios inesperados en el camino hacia escenarios de mayor estabilidad.
- Empatía. Esta es una de las habilidades blandas que mayor valor ha recibido en los últimos años. La capacidad de escuchar y ponerse en lugar de los demás es clave para el liderazgo y el trabajo en equipo.
- Comunicación. En el contexto empresarial, es importante saber hacer algo como saberlo comunicar correctamente.
- Pensamiento crítico. Si bien la mayoría de las empresas marcan unos objetivos y unas líneas de trabajo desde arriba, es importante que cada trabajador tenga ideas propias y no siempre acepte las cosas sin cuestionarlas.
- Creatividad. Esta habilidad es fundamental para poder pensar de forma diferente o out of the box. En los escenarios cambiantes, es necesario tener nuevas ideas creativas para encontrar soluciones inteligentes a los problemas.
- Transparencia. Otra de las soft skills más valoradas en los líderes y los mandos intermedios. Los problemas y los desafíos no se deben ocultar, sino que deben afrontarse con claridad y transparencia.
- Cooperación. Cada vez es más habitual que las empresas valoren el trabajo en equipo por encima del individualismo.
Las soft skills están ganando mayor importancia en los procesos de selección de personal, a pesar de no ser medibles de la misma manera que la formación académica o técnica de un candidato, las empresas buscan cada vez más perfiles de empleados que posean habilidades blandas que los hagan más adaptables al entorno laboral.
Si bien es cierto que algunas pueden ser innatas en ciertos individuos, es fundamental saber cómo potenciarlas y aprovecharlas en beneficio tanto del colaborador como de la empresa.
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