A partir del almidón extraído de la papa, un equipo de científicos de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), con financiamiento del Programa de Ciencia y Tecnología (FINCyT), obtuvo plástico biodegradable y biocompostable que no afecta el ecosistema.
La materia prima para la obtención de este plástico biodegradable puede ser de diferente tipo: papa, yuca, camote, plátano, legumbres, y otras fuentes de almidón con altos contenidos de ácido láctico.
La ventaja de usar recursos naturales frente a otros existentes en el mercado es que estos materiales son biodegradables y a la vez biocompostables, por lo que al desintegrarse vuelven a formar parte del medio ambiente, sin contaminar.
El Proyecto de Investigación Básica Aplicada y Precompetitiviva (PIBAP) denominado “Desarrollo de envases y embalajes biodegradables y compostables para la mejora de la competitividad agroindustrial”, se inició en el año 2009 y tuvo el apoyo de investigadores del Centro Internacional de la Papa y de la Universidad Agraria La Molina.
¿Cómo usar el almindón extraído de la papa?
El proceso se inicia en el laboratorio tras cortar la papa en trozos, siendo colocada en una licuadora, donde se homogeniza.
Después, se extrae la humedad, se filtra y procesa mediante un método de centrifugación, donde la mezcla es secada para obtener el almidón.
“Utilizamos una extrusora de plástico, que ha sido adaptada para poder procesar plásticos convencionales y bioplásticos. A partir de ese producto (plástico caliente) es posible darle forma mediante operaciones posteriores de prensado, laminado, generando una lámina que se asemeja más a productos industriales”, manifestó el Coordinador General del proyecto en la PUCP, Fernando Torres.
Alternativa frente a los plásticos
En el Perú para el embalaje de los productos agroexportables, generalmente se utilizan plásticos genéricos (derivados del petróleo) de bajo costo como el polietileno (PE), poliestireno (PS) y polipropileno (PP).
Con estos se producen bolsas, espumas, bandejas, films, entre otros que no son biodegradables ni compostables, por lo que permanecerán en el ambiente por cientos de años generando un problema de manejo de residuos y contaminación.
Por ello, los bioplásticos son una alternativa frente a los plásticos convencionales obtenidos a partir de derivados del petróleo.
“El uso de empaques que utilizan recursos naturales como el almidón permitiría a las empresas peruanas contar con certificaciones de biodegradabilidad y compostabilidad que les abriría nuevos mercados con estándares más altos respecto al tema medio-ambiental” expresó Torres.
Fuente: Entorno Inteligente