En el campo de la industria alimentaria, los colorantes alimentarios juegan un papel crucial. Estos compuestos químicos permiten mejorar la apariencia visual de los alimentos y atraer a los consumidores con su vibrante paleta de colores.
Sin embargo, para los expertos en alimentos, comprender la clasificación de los colorantes alimentarios es esencial para garantizar la seguridad y la calidad de los productos.
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Tipos de colorantes alimentarios
Los colorantes alimentarios se dividen en cinco categorías principales:
1. Líquidos
Ofrecen resultados óptimos en productos blandos. Por ello, la industria de bebidas los utiliza con mucha frecuencia. Son ideales para caramelos, piruletas, glaseados y pasteles.
En la industria de la repostería, se suelen utilizar colorantes alimentarios líquidos para dar color a la masa y el glaseado.
Este tipo de colorantes están disponibles en varios colores y tonos. Algunos de los más comunes son el rojo, el azul, el rosa, el amarillo ocaso y el verde.
El negro es, sin duda, el color más difícil de conseguir en productos alimenticios. Para conseguirlo, se deben mezclar cantidades iguales de rojo, azul y verde, y luego añadir negro. Continúe mezclando hasta obtener el tono de negro deseado.
2. En polvo
Estos se pueden obtener de materiales orgánicos o inorgánicos. Son más fáciles de almacenar y tienen una vida útil más larga que otros tipos de colorantes alimentarios. Se utilizan principalmente para colorear productos secos.
El glaseado de crema de mantequilla, el chocolate blanco, los recubrimientos compuestos y otros productos similares también contienen colorantes alimentarios en polvo.
3. En gel
Estos colores suelen ser más caros que los líquidos o en polvo, se consiguen fácilmente en tiendas especializadas de repostería que venden productos y herramientas. Son utilizados para colorear fondant. En las panaderías, le puede añadir colorantes en gel al preparar la masa.
Los colorantes en gel son ideales para lograr colores vibrantes y radiantes. Además, son más fáciles de almacenar que los colorantes líquidos y es menos probable que se derramen accidentalmente. Son la mejor opción para fondant en productos de panadería y son más fáciles de almacenar.
4. Naturales
Forman parte de la alimentación desde hace siglos y, por lo tanto, forman parte integral de la dieta humana. En la industria alimentaria, siempre se busca conservar el color natural de los alimentos.
Sin embargo, con frecuencia, los fabricantes de alimentos los utilizan para compensar las pérdidas de color durante el procesamiento y la manipulación de los productos alimenticios.
5. Artificiales
A diferencia de los colorantes naturales, los colorantes artificiales son sintéticos y se producen en laboratorios, son creados mediante reacciones químicas controladas y ofrecen una amplia gama de colores brillantes y vibrantes. Algunos ejemplos de colorantes artificiales son:
- El Amarillo Crepúsculo (E110)
- El Rojo Allura AC (E129)
- El Azul Brillante FCF (E133)
Es importante tener en cuenta que algunos de estos colorantes han sido objeto de controversia debido a posibles efectos secundarios en la salud, sin embargo, los organismos reguladores, como la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), han establecido límites seguros para su uso en alimentos.

Seguridad y control de los alimentos con colorantes alimentarios
La seguridad de los colorantes alimentarios es de máxima prioridad. En la Unión Europea, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) es responsable de evaluar y aprobar el uso de colorantes.
Mientras que en Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) regula su uso basándose en rigurosas evaluaciones científicas. Cada colorante debe pasar por evaluaciones de toxicidad y pruebas de seguridad antes de ser aprobado para su uso en alimentos.
Una clasificación adecuada de los colorantes alimentarios es vital para los fabricantes, ya que facilita la selección de los colorantes más apropiados en función de las características del producto y los requisitos reglamentarios.
Esto es crucial para garantizar la seguridad alimentaria, la estabilidad del producto y la conformidad legal.
Existe un temor cada vez mayor en torno al uso de muchos colorantes alimentarios legales de uso común. Las industrias también están realizando esfuerzos y dando los primeros pasos para sustituir estos colorantes alimentarios sintéticos por opciones naturales y más orgánicas.
Además, se están utilizando ilegalmente diversos colorantes alimentarios que se sospecha o se sabe que poseen propiedades cancerígenas o genotóxicas. Se necesitan programas sólidos e innovadores que garanticen que nuestros productos alimenticios no contengan colorantes ni tintes dañinos mediante procedimientos de detección fiables.
Control en los colorantes alimentarios
Los principales problemas de seguridad alimentaria en el campo de los colorantes alimentarios son la presencia de colorantes ilegales y nocivos, la sustitución de colorantes naturales por colorantes artificiales y la falta de normas uniformes de colorantes alimentarios reconocidas a nivel mundial.
Existe preocupación con respecto a los posibles efectos secundarios dañinos que pueden causar los colorantes artificiales y sintéticos. Los colorantes sintéticos que causan comportamiento hiperactivo en niños siguen siendo un problema indefinido y poco investigado.
Debido a las sospechas, existe una tendencia a eliminar dichos colorantes del sistema de la cadena de suministro de alimentos. Especialmente en productos de confitería, la agencia de normas alimentarias del Reino Unido ya ha apoyado la retirada voluntaria del colorante sintético de los productos.
Sin embargo, no siempre es un proceso fácil reemplazar los colorantes sintéticos con colorantes naturales. Además, no todos los colorantes naturales son mejores que los sintéticos, por lo que se necesita mucho trabajo.
También existe un alto riesgo de fraude alimentario, principalmente cuando se utilizan colorantes sintéticos prohibidos, los auditores profesionalmente capacitados deben ser conscientes del riesgo de fraude alimentario en sus cadenas de suministro de alimentos, incluido el fraude relacionado con los colorantes alimentarios.
La globalización de los productos alimenticios ha dado lugar a que las personas consuman alimentos de casi todo el mundo.
La falta de una normativa uniforme sobre colorantes alimentarios ha provocado disrupciones y problemas en el comercio internacional. Además, existe una falta de políticas de control uniformes a nivel mundial en materia de colorantes alimentarios.
Por lo tanto, no se puede descartar la posibilidad de que los alimentos producidos localmente contengan colorantes nocivos. La probabilidad de que esto ocurra es mucho mayor, especialmente en los países en desarrollo.

Avances recientes en la detección de colorantes nocivos
Se han desarrollado diversos métodos para detectar colorantes nocivos en productos alimenticios. Laboratorios reconocidos en EE. UU., Europa, Australia y Nueva Zelanda ofrecen sus servicios para detectar colorantes ilegales en productos alimenticios.
Sin embargo, para proteger los intereses de los consumidores, existe una necesidad real de investigación avanzada adicional y actividades de monitoreo mejoradas.
La determinación de contaminantes y adulterantes nuevos y emergentes en la industria alimentaria representa otro desafío.
Este problema debe abordarse de manera exhaustiva y rápida, no solo en los países desarrollados, sino también en los países en desarrollo, con carácter prioritario.
En ese sentido, resulta necesario desarrollar métodos de detección de color rápidos y económicos para garantizar que los alimentos estén libres de colorantes nocivos y mitigar el fraude alimentario.

Identificación con espectrofotómetros
Dado que los colorantes alimentarios son inspeccionados químicamente de forma rigurosa, tienen muchas propiedades que están bien documentadas y que pueden ser usadas fácilmente para ser identificadas.
Una de las maneras en que los colorantes se pueden identificar rápidamente, es a través del uso de espectrofotometría, que es un área de la ciencia que se ocupa de cómo los materiales específicos absorben y reflejan la luz.
Los espectrofotómetros funcionan con la exposición de una muestra a una fuente de luz monocromática. La luz reflejada de la muestra se divide en sus diversos componentes dentro del espectro visible.
El resultado será lo que se conoce como una curva de reflectancia o espectral. Los datos ahora pueden ser fácilmente analizados para dar una medida cuantificable de color de la muestra.
Esto es clave en la industria alimenticia, ya que los alimentos tienen colorantes específicos permitidos, y cualquier desviación puede ser la causa de desechar un lote de productos, crear un efecto negativo en los consumidores, o generar sanciones de agencias gubernamentales bajo ciertas circunstancias.
Por último, el fabricante está obligado a adherirse estrictamente a la etiqueta del producto en lo que respecta a los ingredientes, incluyendo los colorantes de alimentos que componen la fórmula para cada producto alimenticio.
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