Un equipo de investigadores la Universidad Estatal de Michigan (MSU) expone que existe un nivel de desconfianza entre los consumidores sobre los alimentos desarrollados con biotecnologías. Lo cual se debe a la forma en que se comunica la información cuando los consumidores buscan comprar.
El Servicio de Investigación Económica del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) proyecta que para 2050, la producción total de la agricultura mundial deberá equivaler a entre 14 mil 060 y 15 mil 410 billones de calorías de cultivos, según escenarios de crecimiento demográfico medio y alto.
Esa estimación representa un aumento del 47% al 61% con respecto a la producción de 2011.
Para lograr esta marca, los sistemas alimentarios de todo el mundo se están adaptando en consecuencia. Un enfoque disponible incluye los avances realizados en el mejoramiento de cultivos y la genética.
La ingeniería y la edición genética integran tecnologías que permiten que el proceso de reproducción sea más rápido y eficiente en comparación con la reproducción convencional.
Estas herramientas son particularmente útiles cuando se busca incorporar rasgos específicos en los cultivos que contribuyan a su prosperidad, como rendimientos mejorados, mayor nutrición y resistencia a enfermedades y plagas.

Biotecnologías para el desarrollo de alimentos
La ingeniería genética se refiere a la acción general de alterar el ADN de un organismo mediante la adición de nuevas hebras de otros organismos, la eliminación de regiones o la reestructuración de pares de bases.
La edición de genes es el método preciso de dirigirse a una ubicación específica dentro de un gen para realizar una inserción, corte o edición menor en su secuencia.
Desde que se pusieron a disposición de los consumidores a principios de la década de 1990, la Agencia de Protección Ambiental, la Administración de Alimentos y Medicamentos y el USDA han revisado minuciosamente los alimentos genéticamente modificados para garantizar la seguridad de las personas, los animales y el medio ambiente.
"Si queremos alcanzar nuestros objetivos sostenibles y aumentar la producción de alimentos, no podemos hacerlo solo utilizando técnicas agrícolas tradicionales", dijo Vincenzina Caputo, profesora del Departamento de Economía Agrícola de la MSU.
"El uso de nuevas tecnologías agrícolas y alimentarias es la clave para el futuro, pero la forma en que comunicamos estas tecnologías es importante porque la forma en que las personas las perciben es la forma en que se verán afectadas y, en última instancia, aceptadas o rechazadas", agrega.
Finalmente, se estima que la primera edición de la encuesta se publique a principios de 2025. El proyecto en sí está financiado hasta el verano de 2026.
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