Concebir el proyecto de una pieza entera consta de un proceso que puede ser aún más dinámico si se aplica la tecnología correcta.
La aplicación de tecnología de punta en cualquier actividad de negocios es una condición esencial para permanecer competitivo y adaptarse a las exigencias del mercado al que se pertenece, sobre todo si se consideran los factores de presión global a los que está sujeta cualquier industria.
En materia de software o de sistemas de cómputo, hay tanta oferta como necesidades industriales y de negocios existen en el panorama mundial, por lo que la elección del más adecuado puede convertirse en una decisión crítica para la buena marcha de una empresa, y en el caso de las manufactureras, en cualquiera de sus ramas, el apoyo de programas de diseño en 3D (tercera dimensión) se ha convertido en un factor determinante para permanecer vigentes y en la mente del consumidor.
Un sistema de este tipo es el considerado dentro del genérico CAD/CAM/CAE, cuyas siglas en inglés significan Computer Aided Design / Computer Aided Manufacturing / Computer Aided Engineering; lo que en español es Diseño Asistido por Computadora / Manufactura Asistida por Computadora / Ingeniería Asistida por Computadora, y puede contribuir desde el diseño de piezas complicadas que requieren un alto número de partes ensambladas, como en el sector aeronáutico, hasta las de menor exigencia, como podrían ser para el sector alimenticio, en donde se puede requerir de una charola de PVC para guardar alimento, pero que debe tener precisión para cerrar y capacidad de estibarse sin perder sus propiedades.
Transición de 2D a 3D
Para diseñar productos aparentemente sencillos, como una charola de empaque para alimentos termoformada, se requiere ingeniería como respaldo, y ahí es en donde se requiere contar con una herramienta como los sistemas de 3D, que han sustituido a la anterior modalidad de 2D, que naturalmente tenía ciertas limitantes al momento de producir el diseño completo de una pieza.
El proceso para producir un artículo, con el apoyo de un sistema de esta naturaleza, se inicia con la conceptualización del producto, el cual posteriormente se somete a un proceso de validación mediante una simulación estructural que permite comprobar que la pieza no rompa en determinadas circunstancias.
Posteriormente se especifican las instrucciones que permitirán fabricar la pieza, para desembocar finalmente en el ciclo de proceso o fabricación, que en el caso de la producción de una charola de empaque como la citada, requiere de la generación de una lámina o placa que pasa por un molde de termoformado, luego se corta y se sacan las charolas.
Desde luego, hay empresas que aún aplican tecnología 2D para este tipo de procesos, en parte por desconocimiento de las ventajas que ofrece el siguiente avance tecnológico, y por una incorrecta evaluación del factor costo-beneficio que implica tener tecnología de punta, aunque aparentemente represente un costo mayor de adquisición.
Sin embargo, en el entorno industrial actual siguen conviviendo ambos sistemas, ya que en muchas ocasiones los ingenieros o diseñadores industriales pueden concebir el diseño conceptual en un sistema 2D, a manera de bosquejo de mano alzada, para ser revisado por la gente de marketing y ahí se apruebe el concepto para posteriormente iniciar el proceso de diseño del producto final en un sistema 3D.
Ventajas de usar nueva tecnología
Una pieza trabajada en un software de tercera dimensión permite girar en la pantalla la pieza que se esté trabajando, por ser un sistema más visual y dinámico que simula transformaciones y hace cambios en el momento, características que le permiten al personal de ingeniería de diseño o ingeniería industrial, bosquejar la pieza con principios geométricos y todas las propiedades de cálculo correspondientes.
También el diseñador puede aprovechar más características del 3D como calcular propiedades de masa, y analizar y simular esfuerzos para saber si un producto se puede fracturar y bajo qué circunstancias. Se trata de trabajar con modelos dinámicos que posibilitan la eliminación de prototipos físicos porque se validan desde la computadora y desde ahí se puede simular la manufactura y el ensamble.
Existen varias soluciones de 3D en el mercado, y naturalmente cada una tiene su propia filosofía de diseño, pero un usuario debe buscar que el sistema permita, entre otras características, modelar piezas y ensambles; generar dibujos 2D para entregarlos a manufactura; realizar simulación estructural para validar que no se rompa una pieza, que pueda soportar una amplia estiba y no se va a doblar; o que simule procesos de maquinado o manufactura.
Aunque esta tecnología está en plena maduración, los usuarios de sistemas de 3D aún podrán esperar mejoras que incluyen un rediseño de los programas en donde al parecer todas las plataformas se estandarizarán en sus comandos, de tal forma que los usuarios puedan identificarlos independientemente del software y reconozcan sus usos, pero más allá de que se alcance ese nivel, aún falta mucho por explorar en esta especialidad y muchas empresas pueden ser beneficiadas si se deciden a explotar esta tecnología.