Consumir exclusivamente agua potable, no interrumpir la cadena de frío, respetar las fechas de caducidad o rechazar los envases deteriorados, son las principales medidas higiénicas para prevenir intoxicaciones alimentarias en verano.Las enfermedades de transmisión alimentaria, también conocidas como "toxiinfecciones alimentarias" son aquellas patologías que se producen por la ingestión de alimentos contaminados con agentes biológicos (bacterias, virus o parásitos) o sus toxinas.
Las elevadas temperaturas del verano favorecen el desarrollo de microorganismos en los alimentos y por tanto, la posibilidad de sufrir toxoiinfecciones alimentarias, más conocidas como enfermedades de transmisión alimentaria. Procesos causados por la ingestión de bacterias o virus presentes en el alimento (infección), por toxinas producidas por estos microorganismos (intoxicación) o por parásitos (infestación).
Roberto Ortuño, especialista en Seguridad Alimentaria de AINIA, explicó: Los estudios sobre enfermedades transmitidas por alimentos señalan como principales causas: una temperatura inadecuada en la conservación, manipulación incorrecta, cocción insuficiente y falta de limpieza.
Para que se produzca la intoxicación alimentaria deben de concurrir dos fallos:
que el germen llegue al alimento.
que se multiplique en dicho alimento, por un almacenamiento a temperatura incorrecta, durante un tiempo excesivo.
Por ello, la mejor recomendación para evitar que proliferen los gérmenes es preparar y servir el alimento inmediatamente.
En ese sentido, AINIA recomienda seguir una serie de pautas, basadas en las Reglas de la Mundial de la Salud (OMS) para garantizar una preparación higiénica que ayude a prevenir intoxicaciones alimentarias producidas por gérmenes. Entre las principales:
Consuma exclusivamente agua potable. Utilice sólo agua potable para hacer hielo.
Lave adecuadamente las frutas y hortalizas que vaya a consumir crudas.
No interrumpa la cadena de frío.
Respete las fechas de caducidad.
Rechace los envases abombados, oxidados o deteriorados
Ortuño acotó: La adopción de estas sencillas precauciones en cada una de las etapas, evitará numerosas enfermedades de transmisión alimentaria provocadas por una inadecuada manipulación o conservación de los alimentos.
Otras consideraciones importantes a tener en cuenta en los meses de calor son:
1) Vigilar las condiciones de higiene de los alimentos en el momento de la compra. Es importante observar las condiciones de presentación de los productos para tener seguridad de la calidad, higiene y valor nutritivo.
2) Mantener un adecuado almacenamiento de los alimentos. Un correcto almacenamiento de los alimentos es esencial para reducir el riesgo de intoxicaciones alimentarias. El orden a la hora de guardar de alimentos al llegar a casa debe ser en primer lugar, los congelados; a continuación, los frescos perecederos y finalmente, los no perecederos.
3) Buenas prácticas en la cocina. La persona que manipule alimentos debe observar unas estrictas prácticas higiénicas, es imprescindible que tenga las manos siempre limpias, hacer la limpieza de la cocina diariamente, poniendo especial cuidado en almacenar la basura en recipientes lisos, lavables y cerrados, que estén alejados de los alimentos.
Asimismo, debe tenerse en cuenta que es aconsejable que el proceso de descongelado se haga en el frigorífico durante la noche anterior a la preparación y que después de haber sido refrigerado o congelado un producto, debe se cocinado o consumido lo antes posible ya que las demoras importantes originan que las bacterias puedan reproducirse.
Fuente: AINIA Centro Tecnológico