La Copal advirtió de la creciente pérdida de competitividad. Por la crisis, hay países europeos que pasaron a ser exportadoresLuego de un 2011 con récord de exportaciones, la industria de productos alimentarios es prudente al proyectar 2012. Las crisis económicas que atraviesan gran parte de los países destino de los productos argentinos ya se reflejan en los números del sector en los primeros meses del año.
Hay países que no sólo han dejado de comprarnos sino que además se han transformado, repentinamente, en exportadores de alimentos, sostuvo ayer Daniel Funes de Rioja, presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal).
Los sectores que ya presentan mermas en sus ventas al exterior son: frutas, con una caída del 25 por ciento respecto al primer bimestre del año pasado; pescados, con caída del 10 por ciento el sector exporta el 95 por ciento de su producción y café, té y yerba mate, con una reducción del cinco por ciento.
Los países del sur de Europa, por ejemplo, registran un excedente de aceite de oliva que está afectando fuertemente el precio internacional, agregó Osvaldo Cappellini, vicepresidente primero de la Copal y referente de la industria láctea, durante un almuerzo en la sede de la entidad, en el centro porteño, en la cual se anunció la Primera Jornada Nacional de Alimentos y Bebidas: Agregando Valor en Origen, que se desarrollará el 23 de mayo en la ciudad de Buenos Aires.
Tal evento, que en principio fue proyectado para pensar las oportunidades de negocios que ofrece el mercado internacional, tendrá un foco más introspectivo ante esta nueva coyuntura.
La pérdida de competitividad, por múltiples razones, es hoy una realidad, atravesamos una coyuntura difícil, se quejó Funes de Rioja. Aún no podemos sostener que se repetirá 2009, pero sabemos que los mercados que se pierden no vuelven con facilidad, completó, sin aludir expresamente a la inflación de costos internos.
En el primer trimestre, los envíos de manufacturas de origen agropecuario (MOA) a Europa cayeron 12 por ciento; a la zona Asean (que nuclea a países del Pacífico sin China, Japón ni Corea) bajaron 11 por ciento; y a Oriente medio, 59 por ciento.
La industria de los productos alimentarios exporta el 40 por ciento de su producción. El año pasado se comercializó, gracias a la mejora en precios y volúmenes, un monto récord: más de 29.000 millones de dólares.
Durante 2009, plena crisis internacional, las ventas al exterior se redujeron a 22.000 millones de dólares. Representa un tercio de las exportaciones e igual porcentaje de los empleos industriales (500 mil puestos).
Según Mercedes Nimo, directora Ejecutiva de Copal la Asociación de la Industria de la Alimentación de Córdoba (Adiac) es una de sus principales cámaras asociadas, el costo laboral por hora para la industria es de 12 dólares en la Argentina, nueve dólares en Brasil y cuatro dólares en México.
Hoy, el sector se encuentra en plenas negociaciones paritarias. Estamos recibiendo reclamos salariales que no se condicen con la realidad, la industria hoy tiene márgenes de sólo un dígito, se defendió Funes de Rioja.
Pero el salarial no es el único desafío doméstico que enfrenta la industria. Las restricciones a la importación han afectado, aunque en temas puntuales, la provisión de insumos que alcanza los 1.600 millones de dólares.
Hemos tenido que hacer algunas gestiones por ciertas demoras puntuales, pero hoy podemos decir que no hay un productor con inconvenientes para producir por falta de insumos, completó Nimo.
Fuente: La Voz