Los mercados que conforman la industria cárnica han evolucionado significativamente y cuentan con productos certificados con el sello Tipo Inspección Federal (TIF).El presidente de la Asociación Nacional de Establecimientos TIF (ANETIF), José Inés Cantú Chapa, presentó la Cumbre de la Industria Alimentaria TIF 2017, y se celebrará del 15 al 17 de noviembre próximo, en Cancún, México. En este encuentro se discutirán temas relevantes de la industria cárnica a nivel nacional e internacional, por especialistas provenientes de la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá, Brasil y México.
Cantú Chapa señaló que dichos mercados incluyen carne de res, cerdo, pollo, cabrito, equino y aves, así como embutidos, comidas preparadas y, en el último año, se sumaron las primeras plantas de lácteos y miel.
El Sistema TIF garantiza la producción de alimentos higiénicos y sanos, siendo un esquema de gestión de inocuidad certificado por el Gobierno Federal mediante la SAGARPA, implementado por las empresas productoras y procesadoras de cárnicos comprometidas con la salud pública, el cual cumple con altos estándares de calidad a nivel mundial y cuenta con el reconocimiento de más de 57 países.
Uno de los casos de éxito en el Sistema TIF son los de las empresas mexicanas que han buscado colocar los productos en los diferentes mercados a nivel mundial, ya que el sistema TIF es el único reconocido por compradores internacionales.
Esto ha redundado en que las exportaciones de productos cárnicos mexicanos, al cierre de 2017, serán de 1,760 millones de dólares, con un incremento anual promedio del 23.8%, en la última década, destacó Cantú Chapa.
Dentro de estas exportaciones, existe un sector que ha venido creciendo de manera importante, se trata de productos cárnicos procesados de la gastronomía mexicana tradicional, tales como tamales, carnitas, barbacoa, empanadas, pozole, pollo con mole y chicharrón en salsa verde. En los últimos 10 años, las exportaciones de estos productos han registrado incrementos promedio de 9.3 % anual.
Estos productos van dirigidos principalmente al mercados de la nostalgia de los Estados Unidos, y a otros países como Guatemala, Honduras, Canadá, Japón y el Salvador, a donde, al cierre de 2017, se estima que las exportaciones de estos productos sean de 33.6 millones de dólares.
Fuente: CarneTec