El consumo de cortes vacunos volvió a registrar un descenso este año, al llegar a 53,8 kilogramos por habitante entre enero y octubre.
Los pollos y los cerdos les están ganando la carrera a las vacas en las preferencias de los consumidores argentinos.
Según un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), el consumo de cortes vacunos volvió a registrar un descenso este año, al llegar a 53,8 kilogramos por habitante entre enero y octubre. En ese mismo lapso, en 2010, se llegó a 57,7 kilogramos por habitante. Si se lo compara con el máximo de la década, que fue hace tres años (68,3 kg/ha), la caída del consumo de carne vacuna es de 15 kilogramos en promedio por habitante.
Esa merma, provocada por la crisis entre la oferta y la demanda, fue reemplazada por el mayor consumo de carne aviar y porcina.
"Estimamos que en 2011 terminaremos con un consumo de carne aviar de 40 kilos por habitante promedio, un kilo y medio más que el año pasado", dijo el presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), Roberto Domenech.
"La carne de pollo ya se ha convertido en un hábito, más que en un reemplazo de otras carnes", opinó el directivo.
Otro reflejo del crecimiento de la carne aviar es la proliferación de los comercios minoristas que venden pollo. "La gente va a las granjas a comprar pechugas y no el pollo entero, eso lo percibe como una ventaja", dijo Domenech.
A su vez, la carne porcina tuvo una expansión de consumo de 9,2 por ciento en dos años, según señaló el informe. Así, pasó de 7,85 kg./hab. en los primeros diez meses de 2009 a 8,57 kg./hab. en el mismo lapso de este año.
Empresarios de toda la industria cárnica coinciden en que el factor principal del avance de los cerdos y los pollos es el aumento de más del 130 por ciento en los precios de la carne vacuna. Este proceso comenzó hace dos años, después de que crujiera la relación entre la oferta y demanda de carne por las restricciones a las exportaciones y el control de las cotizaciones de la hacienda que impuso el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Esa política restrictiva se agravó con una feroz sequía que padeció el campo entre fines de 2008 y de 2009.
"Creemos que el consumo se va a estabilizar en los 53/54 kilos por habitante al año", dijo Miguel Schiaritti, presidente de Ciccra. "El consumidor no va a convalidar nuevos incrementos en los precios, y si los hay es por el exceso de lucro de algunos carniceros y supermercadistas", opinó.
En tanto, el secretario de Agricultura, Lorenzo Basso, estimó que la recuperación de la producción de carne se concretará más rápido de lo estimado hace un año por los especialistas del sector. "Aunque todavía hay un largo camino por recorrer, los ganaderos están invirtiendo más en tecnología para el manejo de la hacienda y esto se reflejará en la productividad", sostuvo.
Las cifras del informe de Ciccra confirman que la fase de recuperación de la producción ganadera sigue en expansión. "La fase de retención de hembras cumplió un año y medio y se consolidó como la más intensa de los últimos 22 años", precisó el trabajo. Ahora, los ganaderos temen que la sequía se agrave y afecte la alimentación de los animales.
Fuente: La Nación