Verallia fabricó la nueva e icónica botella Contour de Coca-Cola, con un diseño original compatible con la tendencia sustentable.Madrid.- La botella de Coca-Cola es una de las formas de envases más reconocidas a nivel mundial. El diseño, patentado en 1915, renace de la forma más ecológica posible: Verallia ha comprado la mayor parte del parque de botellas retornables de Coca-Cola para fundirlas en sus hornos y dar lugar a las nuevas, inspiradas en el modelo original. Un verdadero rescate sostenible.
Cuando uno piensa en Coca-Cola visualiza, inevitablemente, las formas redondeadas de la botella Contour, una botella que nació de la imaginación de Alexander Samuelson con la vocación de ser inimitable y reconocible incluso en la oscuridad. El envase original del refresco más pop regresa de la mano de Verallia y, de acuerdo con los tiempos modernos, lo hace por obra y gracia del reciclaje. La compañía ha adquirido recientemente el antiguo parque de botellas retornables de Coca-Cola, que han sido fundidas y convertidas en calcín, con el que se han producido nuevos envases Contour.
Estas botellas son, por añadidura, más ligeras, lo que ha hecho posible fabricar 1,2 botellas nuevas por cada unidad reciclada, con el consiguiente ahorro de energía y materias primas. Además, la botella pasa de contener 200 ml de Coca-Cola a 237 ml por lo que la disminución de peso del envase por litro de refresco es aún mayor.
La iniciativa es un ejemplo de cómo la fabricación de vidrio está concienciada con el desarrollo sostenible. Esta actividad constituye un modelo de economía circular basado en el reciclaje de los productos para combatir el agotamiento de los recursos naturales. No sólo reduce la huella de carbono y el consumo de energía sino que, al mismo tiempo, genera empleo de calidad y desarrollo social.