Reino Unido: Logran reducir el consumo de sal en 10%

Señala un estudio que la campaña realizada por la UK Food Standards Agency’s (FSA) sensibilizó al consumidor sobre el tema.
La campaña realizada por UK Food Standards Agency’s (FSA) sobre la ingesta de sal pudo haber logrado reducir su consumo en 10% y sensibilizar al público sobre el problema de salud pública que representa; asimismo ha influido en la reformulación que han hecho algunos productos.

Esta es la conclusión de un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Reading, de la Universidad de Bolonia y la Universidad de Londres, como parte del proyecto EATWELL (Interventions to Promote Healthy Eating Habits: Evaluation and Recommendations), que evalúa las intervenciones de alimentación saludables.

La evidencia ha demostrado que una ingesta elevada de sal es un importante contribuyente a una presión arterial elevada en algunos individuos, siendo ésta el principal factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares y la principal causa de muerte en el mundo.

Por lo tanto se recomienda un consumo de no más de 6 gramos de sal por día, de acuerdo con el Comité del Reino Unido sobre los aspectos médicos de la Política de Alimentación y Nutrición en 1994, y posteriormente aprobados en 2003 por el Comité Científico Asesor sobre Nutrición.

Esta recomendación también se aplica en toda Europa (Reglamento (UE) No 1169/2011 del Parlamento Europeo y del Consejo del 25 de octubre de 2011, sobre el suministro de información alimentaria facilitada al consumidor).

En 2004, la FSA puso en marcha una campaña de sal para hacer frente al problema de salud pública de alto consumo de sal en el Reino Unido.

La campaña tuvo dos estrategias fundamentales: en primer lugar una serie de anuncios para sensibilizar e informar al público sobre los peligros del exceso de sal, y la segunda, en colaboración con la industria alimentaria para promover la reformulación de productos.

Durante el primer año, la conciencia pública sobre el consumo de sal a los límites recomendados aumentó de 3% a 34%; y luego de tres años, el contenido de sal de los alimentos procesados ??que se vendían en los supermercados se redujo en un 20% -30%.

Lo más importante es que la FSA informó de una reducción del 10% en el consumo de sal real, aunque ha habido cierta controversia sobre la eficacia de la política pública para influir en la ingesta de sal. De hecho, otros factores podrían haber contribuido a la reducción, tales como cambios en los precios de los alimentos.

El aparente éxito de la campaña de sal de la FSA es prometedor. La estrategia para fomentar la reformulación de los productos parece haber sido beneficiosa y un acuerdo reciente pretende ir más lejos.

"UK Secretary of State's 2012 Responsibility Deal on Public Health" reconoce que el logro de la meta en el consumo de sal de no más de 6 g por día requerirá acción a través de toda la industria, el Gobierno, las organizaciones no gubernamentales e individuos.

En este acuerdo, los fabricantes de alimentos y minoristas se han comprometido a reformular una mayor gama de productos alimenticios para continuar reduciendo el contenido de sal.

Esto no sólo requiere técnicas establecidas para reducir el contenido de sal, sino también el desarrollo de innovaciones que no disminuyan el sabor o causen problemas de seguridad alimentaria de ciertos alimentos.

Ingredientes y tecnologías existentes están siendo utilizados con éxito en algunos productos comerciales, sin embargo, éstas no son necesariamente adecuados para otros productos. Determinados alimentos, como pan, queso y pasteles, plantean un problema importante.

Si el contenido de sal es aún más reducido, nuevos ingredientes y tecnologías deben ser explorados.

Como resultado de ello, la Food and Drink Federation and British Retail Consortium encargó a Leatherhead Food una investigación sobre formas de reducir la sal en los alimentos.

En su informe, Leatherhead Food Research expone las posibles soluciones, y concluye que, a pesar de que están ahí fuera, no existe una solución sencilla para las categorías de alimentos difíciles.

Advierten que no se puede asumir la misma formulación o utilizar la misma tecnología para todos los productos de una categoría en particular, sino más bien, cada fabricante debe buscar una solución para su propia formulación y las condiciones de procesamiento, la verificación sensorial, la seguridad, el etiquetado y las cuestiones de costos de el producto terminado.

Por tanto, puede pasar algún tiempo antes de que soluciones totales están disponibles comercialmente