Se tiene una extensión de 5,5 millones de hectáreas disponibles para el cultivo de alimentos, de los cuales se ocupan cerca de tres millones.El Gobierno busca consolidar la seguridad y soberanía alimentaria en el corto plazo y se propone producir 20 millones de toneladas de alimentos cada año con el uso de cuatro millones de hectáreas de cultivos en el país.
La información la dio a conocer el viceministro de Desarrollo Rural y Agropecuario, Víctor Hugo Vásquez, quien afirmó que en la actualidad se tiene 5,5 millones de hectáreas de cultivo a disposición, de las cuales se ocupa alrededor de tres millones de hectáreas con una producción estimada de 14 millones de toneladas de alimentos.
Nuestro objetivo es aumentar los cultivos de producción de tres millones de hectáreas que tenemos en la actualidad a cuatro millones, sostuvo Vásquez en declaraciones a Cambio.
Este aumento en las hectáreas de cultivo no implica ejecutar una tala indiscriminada de los bosques, ya que se tienen 5,5 millones de hectáreas agrícolas habilitadas en el país, donde la mayor parte está en el oriente, manifestó.
De acuerdo con los datos del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, las hectáreas de cultivos fueron aumentando de manera gradual y sostenida.
En la gestión agrícola 2002-2003 se cultivó una superficie de 2,1 millones de hectáreas, entre 2003-2004 subió a 2,3 millones, en tanto que en 2004-2005 aumentó a 2,5 millones, mientras que durante 2006-2007 se incrementó a 2,7 millones y entre 2010-2011 subió a 2,9 millones de hectáreas.
Si alcanzamos a cultivar en cuatro millones de hectáreas agrícolas fácilmente podemos llegar a producir más de veinte millones de toneladas en todos los alimentos y eso debería ser una meta de todos los sectores, destacó Vásquez.
En criterio del Viceministro, el año pasado se llegó a producir 12 millones de toneladas de alimentos en todos los productos.
Para la actual gestión se prevé llegar a producir 14 millones de toneladas en todos los alimentos.
Entre las principales causas para el incremento en la producción de alimentos, mencionó la buena temporada del clima con lluvias oportunas, el rendimiento de los cultivos de producción aumentó en comparación con el anterior calendario agrícola y la constante alza de las inversiones del sector público y privado.
El rendimiento de cultivos de maíz aumentó de dos toneladas y en algunos casos se llegó a seis toneladas de hectáreas de maíz por hectárea, destacó la autoridad.
Vásquez explicó que en Bolivia existen dos tipos de producción: por un lado está el del oriente con la agroindustria y por otro el de los pequeños y medianos productores concentrados en los valles y el altiplano. La diferencia se encuentra en que los pequeños y medianos producen para su alimentación y comercialización en el mercado interno. A diferencia de ese fenómeno, la agroindustria está concentrada en un 70% en Santa Cruz, de ese total el 80% es para la exportación y sólo un 20% para consumo interno.
Precio justo
Otro de los factores determinantes para incentivar la producción de alimentos es el precio justo que debe beneficiar tanto a los pequeños productores como a los consumidores finales del mercado interno.
A lo largo de la historia, el pequeño productor siempre a subvencionado al Estado porque este sector siempre perdía con la venta de sus productos, es decir que acomodaba su mercadería por debajo de sus costos de operación, aseveró la autoridad.
Estas pérdidas económicas causaron grandes migraciones de los pequeños productores durante la década de los 70-80, cuando se fueron a España, Argentina, Europa y otros países a trabajar de albañiles y otros empleos que encontraban.
Es mejor trabajar de albañil en la ciudad porque les asegura ganancias en lugar de seguir produciendo en el campo. Eso está mal, es por eso que tenemos que hablar del precio justo, garantizar sus ganancias para que siga produciendo y no falte comida, puntualizó.
En ese marco, señaló que de manera gradual está cambiando la figura porque ante la crisis alimentaria que se presenta en el mundo, la mayoría de los pequeños productores está retornando a sus chacras para dedicarse a la producción de alimentos, incluso en algunos casos combinan sus actividades económicas en el área urbana y en tiempos de siembra y cosecha se trasladan a sus terrenos.
Uno de los mecanismos para garantizar el mercado a los pequeños productores está orientado a través del desayuno escolar, las compras estatales, con el objetivo de fortalecer los mercados locales.
Afirmó que el desayuno escolar se ha convertido en un potencial mercado local que puede beneficiar a gran parte de los pequeños productores.
Sólo en el desayuno escolar si consumen un litro de leche a la semana para 1,8 millones de alumnos de primero a sexto de primaria necesitamos 44 millones de litros de leche para los diez meses del año escolar, destacó la autoridad.