Al reducir el oxígeno en el envasado de alimentos se evita la oxidación del producto y la aparición de microorganismos, detallan especialistas de Packer & Pack.
La presencia de oxígeno puede ocasionar resultados no deseados en el envasado de alimentos, ya que genera endurecimiento y oscurecimiento; además de facilitar el crecimiento microbiológico, así como la oxidación.
Ingenieros de empaque de la firma Packer & Pack explican que para reducir el oxígeno hay varias técnicas actuales, todos con resultados parciales, porque no logra erradicarlo de la masa de alimentos. Detallan que es allí donde el empacado con micro-oxígeno representa un gran salto hacia la óptima calidad que a las marcas les interesa para su producto.
Extender la vida útil
La clave está en la combinación del procesamiento y del empacado, para que logres un rubro de larga vida útil (ESL). Actualmente hay procedimientos conocidos como purgas que permiten recudir a un dígito los niveles de oxígeno; entre ellos destaca el uso de vapor, el dióxido de carbono y la infusión de nitrógeno líquido o gaseosa. Todo ello requiere de sistemas operativos con un riguroso control de calidad. Un empacado idóneo permitirá que se logre todas estas características.
Experiencias previas
Los mejores ejemplos de envasado con micro-oxígeno se han alcanzado en el área de jugos y cervezas, ambos muy susceptibles a la oxidación, por lo que se combina el uso de supresores de oxígeno comerciales para minimizar los cambios de las enzimas y en el aspecto bioquímico. Si a esas técnicas le suma envases de barrera, se logrará el empacado con micro-oxígeno que garantizará la durabilidad del producto, que el sabor permanezca inalterable y preservará el nicho del mercado por su calidad. Igualmente, se extenderá a meses la durabilidad, elemento básico en los alimentos ESL.
Herramientas complementarias
En la búsqueda de la calidad total, resultará mejor combinar tecnologías que han dado buen resultado, tales como el procesamiento con ultra alta presión, el procesamiento térmico, así como el estricto control de la asepsia tanto en la producción como en el empacado. Una vez cumplidas esas etapas, el empaque adecuado para reducir al mínimo la presencia de oxígeno garantizará que tu producto llegará al mercado en condiciones óptimas.
Actualmente, ya existen equipos trabajando en un proceso de pasteurización luego del empacado que representaría un gran avance en la producción de alimentos ESL.