Las compañías están empleando la Inteligencia Artificial para desarrollar nuevos productos ya que les permite detectar lo que el mercado demanda de una forma anticipada, mucho más rápida y ágil a diferencia de lo que ocurría el pasado.
El desarrollo de los estudios de mercado ha pasado de 1.0 a los 4.0; a diferencia de las metodologías anteriores, cuyos resultados tardaban en obtenerse varias semanas o incluso meses, ahora son prácticamente inmediatos. En unas pocas horas, la Inteligencia Artificial permite a las empresas procesar miles de datos.
Por otra parte, su implantación conlleva una importante reducción en los costos y riesgo asociado el lanzamiento de un nuevo producto al mercado.
Lo cual revertería los datos arrojados por un estudio reciente de Nielsen que afirma que el 85% de los lanzamientos de nuevos productos fracasan en un plazo de 18 a 24 meses porque no se conoce en profundidad el mercado.
La falta de éxito en el lanzamiento de nuevas soluciones alimentarias al mercado, con la elevada inversión en térmicos de tiempo y económicos, convierten el Big Data y la Inteligencia Artificial en una necesidad apremiante.
La conjugación de ambas tecnologías permite considerar información tanto del consumidor actual, como de las tendencias en el lanzamiento de nuevos productos, permitiendo a las empresas alimentarias adelantarse a los mercados futuros.
Algunas tendencias de mercado podrían ser el origen de nuevos lanzamientos más eficientes aprovechando las virtudes de la Inteligencia Artificial.
La búsqueda de ingredientes naturales alternativos a los químicos, tanto como conservantes como aditivos con funcionalidades distintas. La industria se apresura en la búsqueda de fuentes innovadoras que les permitan diferenciarse en mercado, como es el uso de la espirulina para aportar color y sabores diferentes.
Desde la perspectiva más saludable que en ocasiones entra en conflicto con la indulgencia, las empresas de confitería deben reinventarse y buscar aliados para conseguir conquistar al consumidor con soluciones saludables.
Algunas empresas se han anticipado a esta tendencia combinando ingredientes naturales con propiedades funcionales a caramelos y gominolas.
Siguiendo con la preocupación del consumidor por su salud, a lo que se une el previsible aumento de la población, la búsqueda de nuevas fuentes de proteína es uno de los factores clave en innovación de producto. La incorporación de las oleaginosas, semillas ancestrales, insectos y otras biomasas parecen ser la tendencia que se materializa en realidad.
El conocimiento de estas tendencias en combinación con los intereses de los consumidores y la evolución del entorno competitivo, son la clave para lanzar productos con mayor tasa de éxito. Sin embargo, la enorme cantidad de esta información solo es posible gestionarla eficientemente con la implantación de la Inteligencia Artificial.
Fuente: AINIA Centro Tecnológico