La Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) pidió a las Secretarías de Economía y Hacienda que se revise en las aduanas el cumplimiento de las normas de etiquetado de los productos importados.
Dicho organismo entregará un estudio de los beneficios que esto traería si acatan en particular 15 normas de información comercial.
Por su parte, la Unión Europea se ha inconformado de varios requisitos de etiquetamiento en México, argumentando que se aplican “de manera muy estricta y algunas veces incongruente”, a bienes como textiles y bebidas alcohólicas, según la base de datos europea Market Access.
El gobierno federal analiza la posibilidad de eliminar o no las revisiones de las etiquetas antes de que los productos sean importados, ponderando los beneficios de agilizar el comercio.
De quitarse esas supervisiones en las aduanas, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) verificaría las etiquetas en el interior del país.
“A finales de este mes entregaremos un estudio sobre los costos y beneficios de realizar estas revisiones antes de que los productos se internen”, dijo Roberto Alegría, director general del Consejo Mexicano de Normalización y Evaluación de la Conformidad (Comenor).
De mantenerse la posición de la Concamin, las revisiones se realizarían en las 49 aduanas de México; de no ser así, la Profeco, que cuenta con sólo 320 inspectores, haría las supervisiones en 675,000 puntos de venta del país.
Entre los productos más verificados en cuanto a su cumplimiento de las normas de información comercial están textiles, prendas de vestir, juguetes, calzado, artículos usados o de segunda mano, productos electrónicos y eléctricos, alimentos, bebidas, electrodomésticos, perfumes y productos de belleza.
La Unión Europea argumenta que las etiquetas deben ser de cierto tamaño y el tipo de letra tiene que cumplir con ciertas proporciones tipográficas; además, la información acerca del producto en lengua extranjera debe repetirse en español.
“Debido a que los requisitos que impone México son a menudo distintos de los que establece la UE, los exportadores deben diseñar etiquetas específicas para el mercado mexicano, lo que representa un costo adicional”, dijo.
Fuente: El Financiero