¿Qué factores sociodemográficos y conductuales están marcando estás nuevas vías de negocio para el sector de envases de plástico?
Los cambios en los hábitos de consumo que se han producido en los últimos años abren nuevas oportunidades de negocio para los materiales plásticos en el envasado de productos alimentarios.
1. Envejecimiento de la población. El aumento de la edad de los consumidores ha dado lugar al incremento de envases ergonómicos, de fácil apertura…Los consumidores de edad avanzada se ha comprobado que buscan tamaños menores y mejor adaptados a sus realidades. El plástico es ligero y versátil, dos requisitos clave para responder a las necesidades de este segmento. Otro aspecto importante son los envases inteligentes que informan del estado del producto de una forma visual y que pueden ayudar a identificar productos en mal estado.
2. Hogares formados por una o dos personas. Esta circunstancia hace que se apueste por el formato monodosis (sobres de kétchup o mahonesa, mini envases de mantequilla o mermelada…) en todos ellos el material protagonista es el plástico, por su funcionalidad y precio.
3. Conciliación de vida familiar y laboral. Los consumidores que trabajan tienen poco tiempo para comprar y cocinar. Este tipo de segmento tiende a la cocina rápida (envases microondables, platos refrigerados, conservas).
Los materiales plásticos multicapa están siendo cada vez más utilizados en envases destinados a calentarse en microondas. El sector de las conservas, es otro que está en crecimiento. Según datos de ANFACO (Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas) en 2015 el consumo de pescados y mariscos registró un aumento de un 9% respecto a 2010, convirtiéndose en el único producto de pesca y acuicultura que ha incrementado su consumo en los últimos seis años. El plástico está utilizándose en este campo, porque permite una de las exigencias del consumidor: ser una herramienta de comunicación transparente, que el consumidor pueda ver el contenido del producto a través del propio envase. Además, y para facilitar tanto esta comunicación sobre la calidad del producto, como el tiempo de compra, los envases inteligentes han sido una de las apuestas de la I+D+i del sector en los últimos años.
4. El salto al e-commerce. Pese a que la compra de alimentación por Internet todavía es reducida (solo supone un 1.5% del total de las compras que se realizan por este medio), la previsión es que esta cifra se incremente, como está pasando en países como EEUU. Los nativos digitales, que cada vez son más y están ya llegando a la edad de independizarse de sus padres, se adaptarán más fácilmente a la costumbre de hacer compras de supermercado online. Los materiales plásticos tienen en este sentido una oportunidad, son una alternativa a materiales como el vidrio, que están condicionados por su fragilidad. Además, por su versatilidad, permiten nuevos diseños que se adapten a la cadena logística.
5. Concienciación medioambiental del consumidor. Esta situación ha generado el crecimiento exponencial del marketing verde, la necesidad de vender las bondades ecológicas del envase. Se apuesta por el ecodiseño, la reciclabilidad y los materiales biodegradables. El sector del plástico ha realizado grandes avances en este sentido en los últimos años, cumpliendo por tanto con los requisitos para poder liderar esta tendencia.