Con motivo de la pasada celebración del Día Mundial de la Alimentación revelan dificultades en el acceso de los alimentos así como la necesidad de establecer mejores políticas nutricionales en la población.Debido a retos como el cambio climático, la escasez de agua y la poca variedad de alimentos, empresas y organizaciones han volteado hacia la tecnología para mejorar y diversificar sus procesos, a fin de producir más y mejores alimentos.
Desde la implementación de máquinas más eficientes para recolección de cultivos, empleo de menores recursos para la cosecha y, hasta el uso de biotecnología para incrementar la producción, la tecnología se encuentra presente en cada paso de los procesos industriales de alimentos.
Un paso más adelante en este proceso de mejora constante se encuentra en la inteligencia de datos, la también conocida data intelligence es una de las herramientas más útiles para eficientar los procesos de producción y tener visibilidad sobre cualquier operación industrial.
La creciente disponibilidad y aprovechamiento de datos en las operaciones de la industria de alimentos y bebidas representa un parteaguas y una aproximación disruptiva, ya que permite obtener datos, información e insights que ayuden a mejorar la calidad de los productos, promover las sostenibilidad ambiental y mejorar la optimización de activos.
Esto es, con mayor control, visibilidad y acceso a información sobre los procesos productivos, se puede saber con precisión qué se puede mejorar, qué partes representan un riesgo y, eventualmente, recortar pérdidas y desperdicios que son inherentes al proceso.
Un ejemplo representativo es la firma Tyson Foods, que exporta anualmente el mayor porcentaje de carne de res desde Estados Unidos hacia el mundo, y que en el año 2016 decidió implementar el PI System de OSIsoft para obtener visibilidad sobre el procesamiento de más de 68 millones de kilos de salchichas.
Gracias al control de la temperatura y la velocidad de flujo, lograron controlar el peso de cada paquete y mejorar el rendimiento hasta en un 0.1%, que si bien no parece mucho, representa una producción de 65 millones de salchichas en 6 meses.
Por su parte, Kelloggs, comenzó a recopilar datos en 2015 a través del PI System de OSIsoft para saber específicamente las condiciones de los alimentos en su proceso de elaboración. Como resultado, los incidentes disminuyeron un 64% y el porcentaje de productos rechazados cayó un 73%, lo cual redujo, en su conjunto, el desperdicio de alimentos.
Ambos casos son un claro ejemplo de cómo la tecnología, a través de la generación de insights poderosos y de valor, puede transformar los procesos y mejorar la cadena de producción en la industria de alimentos. Esto forma parte del proceso de control y generación de recursos que ayuden a combatir la pobreza alimentaria en el mundo. En la medida en que las empresas de este sector se unan a estas prácticas, llegar a la meta será algo más asequible.
Fuente: OSIsoft