Un nuevo informe de FAO, OPS, UNICEF y PM destaca que el hambre, la desnutrición, la carencia de micronutrientes, el sobrepeso y la obesidad afectan más a las personas de menores ingresos, a las mujeres, a los indígenas, a los afrodescendientes y a las familias rurales de América Latina y el Caribe.El Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional 2018 se centra en el estrecho vínculo entre la desigualdad económica y social y los mayores niveles de hambre, obesidad y malnutrición de las poblaciones más vulnerables.
Según el informe, en América Latina el 8.4 por ciento de las mujeres viven en inseguridad alimentaria severa, comparadas con el 6.9 por ciento de los hombres, mientras que las poblaciones indígenas sufren por lo general mayor inseguridad alimentaria que las no indígenas. En diez países, el 20 por ciento de los niños y niñas más pobres sufren tres veces más la desnutrición crónica que el 20 por ciento más rico.
El reporte señala que una de las principales causas del alza de la malnutrición en los grupos de población especialmente vulnerables son los cambios que han sufrido los sistemas alimentarios el ciclo de los alimentos desde su producción hasta su consumo- de la región.
Estos cambios han afectado a toda la población, pero sus efectos más adversos los sufren los sectores más excluidos de la sociedad, los cuales, si bien han aumentado su consumo de alimentos saludables como leche y carne, muchas veces deben optar por productos con alto contenido en grasa, azúcar y sal, ya que tienen menor costo.
Por esta razón, la Organización de las Naciones Unidad para la Alimentación y Agricultura (FAO), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), llaman a los países a aplicar políticas públicas que combatan la desigualdad y promuevan sistemas alimentarios saludables y sostenibles.
El Representante Regional de la FAO, Julio Berdegué, dijo que la obesidad está creciendo sin control. Cada año sumamos 3,6 millones de obesos a esta región. 250 millones de personas viven con sobrepeso, el 60 por ciento de la población regional. Aunque la desnutrición persiste en la región, en particular en poblaciones vulnerables, también se suma la obesidad y el sobrepeso que afectan de manera particular a esos grupos
Por su parte, Carissa F. Etienne, Directora de la OPS, señaló: Es necesario un enfoque multisectorial, que va desde asegurar el acceso alimentos balanceados y saludables hasta abordar otros factores sociales que también impactan sobre estas formas de malnutrición, como el acceso a la educación, el agua y saneamiento y los servicios de salud.
La desnutrición crónica tiene estrecha correlación con las desigualdades y la pobreza, pero también el sobrepeso está afectando de manera creciente a los niños y niñas más pobres. Éstos se enfrentan a condiciones de alta vulnerabilidad social y económica y sufren el acceso inequitativo a servicios de salud y a dietas saludables, señaló María Cristina Perceval, directora regional para UNICEF América Latina y el Caribe.
El estudio indica que 19 millones de mujeres sufren inseguridad alimentaria severa, en comparación con 15 millones de los hombres. En todos los países de la región, la tasa de obesidad de las mujeres adultas es mayor a la de los hombres; en 19 de ellos, la tasa de obesidad femenina es al menos 10 puntos porcentuales superior a la de los hombres.
La equidad de género es un valioso instrumento de política para reducir desigualdades Necesitamos fortalecerla en la práctica, lo cual involucra promover la igualdad en el acceso y control de los recursos del hogar, así como en las decisiones para empoderar a las mujeres en desigualdad, finalizó Miguel Barreto, Director Regional del PMA para América Latina y el Caribe.
Fuente: FAO