Precios internacionales y locales exhiben una brecha significativa que fluctúa en función de distintos factores
Cerrando la primera jornada de MERCOSOJA 2011, en la sala América de la Bolsa de Comercio de Rosario, hubo un panel internacional para abordar la comercialización granaría de soja en los países del Mercosur y el impacto de China en la demanda global del poroto. Dicha conferencia estuvo integrada por los argentinos Gino Moretto y Diego Fernández; el representante de Brasil, Luiz Carlos Pacheco; y el disertante chino fue Tommy Xiao.
Moretto sostuvo que el cultivo ha revolucionado al campo argentino, permitiendo el desarrollo de un complejo agroindustrial de escala global con elevado potencial de crecimiento. Sumando a ello un rápido despegue que ha renovado el protagonismo del país como jugador decisivo en el comercio mundial de productos primarios y, fundamentalmente, de manufacturas de origen agropecuario.
Luego de una serie de consideraciones desembocó en que los mercados tienen un valor económico y social central en las economías modernas. Aportan información clave que ordena el funcionamiento de numerosos actores -desde productores y comerciantes hasta consumidores- por lo que su valor económico y social excede por mucho al monto de los bienes y servicios que en ellos se negocian. Entre algunas observaciones, Moretto ubicó como grave la falta de representatividad de los precios que se utilizan como referencia, en mayor o menor medida, en toda la cadena agroindustrial.
Por otra parte, para el disertante, los precios internacionales y locales exhiben una brecha significativa que fluctúa en función de distintos factores. Además, pareciera que presentan distinta sensibilidad dependiendo de si los movimientos son al alza o a la baja en las cotizaciones.
Abundando en dato, el brasileño Pacheco explicó que la oferta total de soja en la campaña 2010/11 fue 76,39 millones de toneladas, de las cuales 2,69 millones fueran stock inicial. La producción de 73,60 millones de toneladas y una importación residual de 100 mil toneladas por el sistema draw back. La mayor parte de esta disponibilidad, es decir, 36,20 millones de toneladas o 47,39%, tenia como objetivo el consumo interno para la producción de harina y aceite; 2,8 millones de toneladas, o 3,67% fueron cultivadas para semillas de reproducción o fueron pérdidas de transporte; 34,30 millones de toneladas, o 44,91% fueron para exportación y 3,09 millones de toneladas, o 4,05%, siendo el stock final, según los datos mezclados de Conab-Cia Nacional de Abastecimiento y e la Asociación Brasileña de las Industrias Aceite Vegetal-Abiove.
En lo que respecta a precios, hay dos niveles distintos del mercado en la comercialización de la soja en Brasil: el primer nivel es la comercialización realizada por el agricultor, llamado el mercado de balcón, donde el productor cosecha la soja, la pone sobre el camión y de inmediato la envía a almacenes de terceras partes que, por lo general, son cooperativas, comerciantes de cereales o ramas de la industria.
El segundo nivel de comercialización es el de las transacciones entre las propias empresas, llamado de mercado de lotes. Los niveles de precios son diferentes, porque en este caso, incluyen un mayor volumen de producto, calidad estándar, los costos de almacenamiento y la ganacia del intermediario.
El papel de China.
El país asiático tiene estrechos lazos y concede gran importancia a la asociación estratégica con Argentina, según explicó Tommy Xiao. Entre ambas naciones el comercio bilateral se ha desarrollado rápidamente desde 1970. Mientras tanto, China también mantiene relaciones bilaterales o multilaterales con otros países de América Latina. Se sabe que el comercio de soja entre Asia y América del Norte y del Sur ha entrado en un ciclo de oro histórico. China es uno de los compradores de soja más grande del mundo y desempeña un papel importante en el comercio mundial de soja. Consideramos que las relaciones chino-argentinas de soja y el comercio de aceite de soja todavía tiene una visión próspera, reseñó Xiao.
A finales de 2010, China había firmado contratos por valor de $ 2,898 mil millones en Argentina por servicios de ingeniería y mano de obra con una facturación de $ 893 millones. De acuerdo con estadísticas dadas a conocer por el Ministerio de Comercio de ese país, había 399 empresas con capital argentino en China a escala $ 174 millones. A partir de ahora Argentina es el cuarto socio comercial más grande de China en América Latina, y China se ha convertido en el segundo más grande de Argentina en mercado de exportación, concluyó Xiao.