La etiqueta es un fuerte vendedor en el anaquel. Satisfacer al consumidor no solo depende del costo y producto sino de lo que la etiqueta evoca.
Hoy en día es cada vez más difícil apreciar la diferencia entre un producto y otro. Esta “generalización de productos” ocasiona que el consumidor se vea inmerso en un verdadero diluvio informativo y en medio de una interminable gama de productos cada vez más parecidos entre sí, haciendo cada vez más difícil su decisión de compra. La publicidad, el precio y la disponibilidad de compra son factores que determinan de manera importante el futuro económico de cualquier compañía. Pero, en medio de esta lluvia de productos, la pregunta sería: ¿sabe usted qué hacer para lograr que el consumidor elija su producto en medio de una variedad inmensa de artículos que resuelven de la misma manera una necesidad similar?
El primer paso del proceso lógico de compra es el reconocimiento del consumidor de la existencia de una necesidad. En esta etapa, es en la que él busca alternativas para poder satisfacerla. Indiscutiblemente, captar su atención es el primer paso para realizar una compra. Este paso hace la diferencia. Aquí es en donde se abre (o se cierra) la posibilidad de concretar la compra de su producto. Esta es su oportunidad para transmitirle al cliente por qué su producto es la mejor alternativa que tiene para satisfacer su necesidad. Cuando el consumidor está expuesto a la publicidad impresa en su etiqueta es cuando desarrolla la preferencia por su marca, incluso si aún no está familiarizado con las especificaciones de su producto.
Nuestro vendedor en el anaquel
La etiqueta es el representante de ventas en el lugar de exhibición. Representa a su compañía y a su producto y la etiqueta genera el primer contacto con su consumidor final. Su primer objetivo es atraer la atención de sus clientes potenciales para vender por sí misma el producto en el que está adherida. Además proporciona al consumidor información importante para exponer las ventajas que le ofrece. La etiqueta estimula la preferencia por su producto y lo hace diferente del resto de los artículos similares de la competencia. ¿Cómo hacer que el consumidor compre su producto y no el producto que está al lado del suyo en la exhibición? En medio de una extensa gama de productos que resuelven de manera similar una misma necesidad, existe una alternativa para atraer más clientes e incrementar la venta de su marca: la innovación.
Crear un “amor a primera vista” entre su producto y el consumidor es más fácil si contamos con una etiqueta diseñada para apoyar su venta. Actualmente existen muchas opciones novedosas y accesibles que dan a sus productos una imagen sustancialmente diferente y llamativa al consumidor.
Innovar es hoy la clave si queremos influir en la decisión de compra del consumidor. Innovar con nuestras etiquetas puede volverse más sencillo si tenemos en cuenta que existen nuevas técnicas de impresión que logran combinaciones muy interesantes y que pueden aplicarse a cualquier tipo de etiqueta.
Hay nuevas alternativas que nos ayudan a estimular incluso otros sentidos además de la vista. Hay fabricantes que ofrecen opciones de etiquetas con acabados de texturas, con hologramas, con acabados metalizados, etiquetas con movimiento, etiquetas que se abren, etiquetas con brillos metálicos, con tintas termo reactivas o tintas que brillan en la oscuridad. La mayoría de los fabricantes de etiquetas cuentan con estas nuevas opciones y están ya a la disposición de cualquier sector industrial.
La etiqueta es la carta de presentación de nuestra compañía y de nuestro producto. Úsela para evocar en su consumidor imágenes de conceptos abstractos como lujo, status, fiabilidad, diversión o algún estilo de vida. Recuerde que, aunque el precio es importante, no es el único factor que el consumidor toma en cuenta cuando busca satisfacer su necesidad. Si no logramos que nuestros productos sean atractivos a la vista, pasarán desapercibidos en el anaquel, reduciendo a 0% la probabilidad de su compra.
La imagen de sus productos siempre es una inversión que genera utilidades. La inversión en la imagen de una marca o productos es una parte sustancialmente importante dentro de la estrategia de ventas de muchas compañías importantes y con amplia participación dentro de su mercado. Mantenerse a la vanguardia en técnicas de impresión, de materiales y con una imagen actual de sus productos facilitará su permanencia en la mente de sus clientes a pesar de la diversidad del mercado. Aproveche el espacio que le da la etiqueta para vender su marca y dar a conocer su producto. La etiqueta es su mejor representante y su más fuerte generador de ventas en el anaquel.