AINIA está investigando diferentes fuentes de proteína vegetal para el desarrollo de ingredientes más sostenibles, como parte de su línea de I+D en la que colabora con distintas empresas.Actualmente, las fuentes vegetales dominan el suministro de proteínas a nivel mundial para el conjunto de alimentación humana y animal, seguida de la carne (18%), lácteos (10%), pescados y mariscos (6%) y otros productos de origen animal (9%).
El incremento de la población mundial, estimada en un 34% en el 2050, provocará una mayor demanda de proteínas a nivel global. También estará impulsada por cambios socioeconómicos, como el aumento de los ingresos, el aumento de la urbanización o el envejecimiento de la población.
En su mayoría las proteínas proceden de productos de origen animal, esto supondrá un aumento en el consumo de productos cárnicos de un 40% en los próximos 20 años. Ello plantea la necesidad de asegurar la sostenibilidad en la gestión de este recurso mediante procesos más eficientes y la utilización de nuevas fuentes proteicas para el desarrollo de una economía más competitiva, sostenible e integradora.
El auge en la demanda de proteínas vegetales no solo responde a cuestiones de sostenibilidad, sino que también está íntimamente ligada a la necesidad concreta del consumidor actual por buscar alimentos más naturales y más saludables.
ProALT es un proyecto es una I+D propia de AINIA el cual investiga nuevas fuentes alternativas de proteínas (biomasas acuáticas: macroalgas y lemna y semilla de cáñamo) que, mediante su transformación y adecuación tecnológica, permitan desarrollar nuevos alimentos e ingredientes, garantizando así una cadena de suministro más sostenible, como alternativa a la proteína de origen animal.
AINIA en una primera fase del proyecto ProAlt apuesta por las siguientes biomasas como fuentes de potencial interés para la obtención y mejora de ingredientes proteicos sostenibles: el Lemna (lenteja de agua), la semilla de cáñamo y las macroalgas.
A partir de dichas fuentes y con el objetivo de optimizar la obtención de nuevos ingredientes proteicos, se propone la aplicación de procesos tanto de fraccionamiento como de funcionalización que contribuyan a mejorar las propiedades tecno-funcionales y nutricionales de los nuevos ingredientes proteicos.
Fuente: AINIA Centro Tecnológico