En el marco de la celebración del Día Mundial de la Alimentación, en Roma, los asistentes pidieron mayor voluntad política y más apoyo financiero para acabar con el hambre y la malnutrición en todas sus formas, exhortando a la comunidad internacional a redoblar sus esfuerzos hasta lograr que todas las personas tengan alimentos suficientes y de calidad.El tema de este año, Nuestras acciones son nuestro futuro: un mundo con Hambre Cero para 2030 es posible, subraya la necesidad urgente de intensificar los esfuerzos colectivos para alcanzar la meta del Hambre Cero. El Día Mundial de la Alimentación (DMA) se celebra en más de 150 países en el mundo.
El DMA se celebra este año coincidiendo con conflictos, fenómenos meteorológicos extremos asociados al cambio climático, desaceleración económica y un rápido aumento de los niveles de sobrepeso y obesidad, que están revirtiendo el progreso realizado en la lucha contra el hambre y la malnutrición.
Al respecto, el Director General de la FAO, José Graziano da Silva, señaló: Necesitamos poner en práctica sistemas alimentarios que proporcionen alimentos saludables y nutritivos que sean accesibles y asequibles para todos.
Estamos presenciando la globalización de la obesidad. Si no encontramos formas concretas para detenerla, el número de personas obesas será pronto tan elevado como el número de personas subalimentadas en el mundo, acotó instando a mejorar al mismo tiempo la producción y el consumo de alimentos saludables de forma sostenible.
Graziano da Silva puso como ejemplo a Brasil, Perú y China, países a los que elogió por haber reducido significativamente el hambre en un corto período de tiempo, evidencia de que lograr el Hambre Cero es posible si existe voluntad política y apoyo financiero.
En un mensaje de video, el Secretario General de la ONU, António Guterres, denunció las muertes de la mitad de los bebés del mundo debido al hambre, que calificó de intolerable, y pidió a cada uno hacer su papel para avanzar hacia sistemas alimentarios sostenibles.
En su intervención David Beasley, Director Ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), recordó que: hay buenas noticias. Hemos hecho grandes progresos en el mundo en los últimos cien años. Pero hoy, sabemos que vamos en dirección equivocada. Con toda nuestra riqueza, toda nuestra experiencia, toda nuestra tecnología, es una vergüenza para nosotros que un niño pase hambre. Todos seremos responsables. Pero creo que si todos trabajamos juntos, con el compromiso de hombres y mujeres de todo el mundo, podemos alcanzar el Hambre Cero.
Si bien el hambre se limita sobre todo a áreas devastadas por conflictos, sequías y pobreza extrema, la obesidad está en todas partes y está aumentando en el mundo. Tiene además un enorme coste socioeconómico: es un factor de riesgo para enfermedades como derrames cerebrales, dolencias cardíacas, diabetes y algunos tipos de cáncer, y su impacto económico global es de aproximadamente 2 billones de dólares EEUU anuales (un 2,8 por ciento del PIB mundial).
La obesidad y la anemia están aumentando a medida que los actuales sistemas alimentarios globales han hecho más disponibles y accesibles los alimentos procesados e industrializados, con alto contenido de grasas, azúcar, sal y aditivos químicos.
La FAO lidera junto a la OMS la implementación del Decenio de Acción sobre la Nutrición 2016-2025, y apoya a los países a hacer frente a las múltiples cargas de la malnutrición. Esto incluye adoptar una legislación para mejorar el etiquetado de los productos y prohibir los ingredientes dañinos; introducir la nutrición en los programas escolares; combatir la pérdida y el desperdicio de alimentos; y promover los alimentos frescos locales procedentes de la agricultura familiar.
Fuente: FAO